ABC 08/12/16
Junto con la comida con un grupo de empresarios, la vicepresidenta del Gobierno se reunió por la tarde con Inés Arrimadas (C’s) y Miquel Iceta (PSC), unos encuentros que la Generalitat asume como un «cambio de actitud», aunque sin albergar ninguna esperanza de que ello acabe conduciendo a un diálogo sobre lo que consideran innegociable: el referéndum. Fuentes del gobierno catalán consultadas por Efe valoraron como un «buen indicio» que Sáenz de Santamaría viniese a Cataluña a tomar el pulso al «mundo social, político y asociativo», lo que representa un «cambio de actitud» con respecto a los últimos años, dijeron. No obstante, desde el Govern consideran «extraño» y «sorprendente» que la número dos del Ejecutivo prefiriese reunirse primero con el primer secretario del PSC y la líder de Ciudadanos en Cataluña antes que con el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras.
Al igual que la Generalitat, y tras la reunión en el despacho de Santamaría en la Delegación del Gobierno, Arrimadas también constató un «cambio de actitud» del Gobierno, un mérito que atribuyó a su partido y a la pérdida de mayoría del PP en el Congreso. «Impusimos requisitos al PP y muchos tienen que ver con un cambio de actitud, no solo respecto a Cataluña, sino respecto a otras partes de España», apuntó Arrimadas, que añadió que han «cambiado cosas» en los últimos tiempos.
Iceta, por su parte, empleó los mismos términos –«hay cambio de actitud, las cosas como son»–, aunque apuntó que esto no es «suficiente» porque se requieren, señaló, «hechos». Para el líder socialista, ya «vamos tarde». «Es la hora de hablar pero sobre todo la hora de actuar», añadió Iceta, que le trasladó a la vicepresidenta que a su criterio parte de la solución se sustenta en una reforma de la Carta Magna.
Millo: «Salida al bloqueo»
Por parte del Gobierno valoró las reuniones su delegado en Cataluña, un Enric Millo llamado a ejercer de puente, y que defendió que la relación del ejecutivo con los catalanes no es solo a través del gobierno de la Generalitat», porque existen otros «interlocutores válidos», como los «grupos de la oposición» en tanto que son «unos representantes más» de la sociedad catalana. Respondía así a los recelos expresados por la Generalitat por la agenda de la vicepresidenta.
Millo, que adelantó que Sáenz de Santamaría trabaja en una agenda catalana para las próximas semanas, apuntó que se ha iniciado una nueva «etapa», orientada a «buscar soluciones» y dar una «salida al bloqueo» en la relación entre el Gobierno y la Generalitat.