ABC 16/10/14
· Todos los anuncios se hacen verbalmente, sin generar por ahora ningún documento
Con una evidente sensación de improvisación, la Generalitat de Cataluña va dando detalles sobre la pseudoconsulta que pretende organizar el 9 de noviembre, en un intento de burlar la prohibición ordenada por el Tribunal Constitucional (TC).
Si el martes ya se conoció que la «consulta» no tendría un censo previo, ayer se desveló que se permitirá la votación hasta quince días después de la convocatoria oficial. Es otra de las diferencias, junto con el de la edad mínima para votar, 16 años, con respecto a un proceso electoral o de referéndum convencional. Así, los ciudadanos que acrediten no poder votar el 9-N, por causa médica o por problemas de movilidad, podrán hacerlo hasta dos semanas después.
El consejero de Presidencia, Francesc Homs, adelantó algunas de estas cuestiones ayer en una entrevista en Rac1. Sin decreto de convocatoria para evitar una impugnación instantánea, la Generalitat parece decidida a seguir con la organización del 9-N sin sacar adelante de momento ningún acuerdo gubernamental, lo que entonces sí sería recurrido por la vía del Contencioso Administrativo. De alguna manera, y en un formato inédito, el gobierno de Artur Mas saca adelante el 9-N sin generar documentos, tan solo verbalmente. En la nueva consulta podrán votar todos los catalanes con un DNI con residencia en Cataluña y los inmigrantes con residencia legal en el mismo territorio y que tengan el número de identidad de extranjero (NIE). Los catalanes residentes en el extranjero podrán votar en 14 ciudades que cuentan con oficinas de la Generalitat. Por otra parte, los resultados provisionales no se conocerán hasta el día siguiente, mientras que para los definitivos habrá que esperar al día 25.
Mitin el domingo
Mientras el gobierno de Artur Mas organiza la consulta «B», el mundo soberanista sigue descolocado. Así, ni la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ni Òmnium Cultural –la vanguardia del movimiento– han hecho oficial su postura, que comunicarán el próximo domingo en el transcurso del mitin que organizan en Barcelona a favor del doble «sí». En este sentido, se asume que, si bien descontentos con el paso atrás de Mas, la ANC y Òmnium darán su apoyo a la consulta, poniendo a la vez el foco en la unidad de los partidos soberanistas. La presión sobre ERC para que acabe aceptando una lista única con CiU en unas plebiscitarias de hecho ya ha comenzado.