DIARIO VASCO, 24/2/12
Los independentistas acusan a los jeltzales de «alinearse en el frente de la exclusión»
El acuerdo firmado esta semana por PP, PSOE y PNV en el Congreso para gestionar el final de ETA ha enconado de nuevo la lucha entre los peneuvistas y la izquierda abertzale. La decisión del partido de Iñigo Urkullu de sumarse en Madrid al manifiesto de populares y socialistas ha enervado a la formación independentista, que acusó ayer a los jeltzales de «alinearse con el frente de la exclusión» y «dar cobertura a la posición aún inmovilista del PP». El PNV no se amilanó y replicó a la «quejosa» izquierda abertzale que la finalidad de este pacto sin precedentes era evitar la ilegalización de sus siglas, como proponía UPyD, y «frenar a Rosa Díez».
El frente de la paz se une, por tanto, a la lista de encontronazos (residuos, desfases presupuestarios, Eudel.) que en las últimas semanas ha enturbiado las relaciones entre las dos principales fuerzas nacionalistas vascas. Lejos parecen quedar ya los tiempos de Lizarra, en 1998, cuando todas las fuerzas abertzales se juntaron en defensa de un proceso de paz basado en el reconocimiento del derecho a decidir; o la época del pacto antiterrorista y el plan Ibarretxe, a partir del año 2000, cuando el PNV estaba en las antípodas de socialistas y populares. El cese definitivo de la violencia de ETA, el reforzamiento de Iñigo Urkullu y su perfil moderado al frente del PNV, y la lucha por el Gobierno Vasco que se atisba en el horizonte, provoca que ahora el enfrentamiento político gravite alrededor del eje nacionalista vasco.
Así quedó en evidencia, por ejemplo, en la rueda de prensa que ofrecieron ayer en Donostia los portavoces de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu y Joseba Permach, que no ahorraron críticas al PNV. Ugarteburu recordó que el recién reelegido presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, anunció que su partido no participaría en acuerdos excluyentes y, sin embargo, ha sumado sus votos con el PP y el PSOE en una declaración que «excluye a Amaiur». «Una vez más, las palabras de la dirección del PNV no se han correspondido con los hechos», criticaron.
«Incomprensible»
La izquierda abertzale cree «preocupante e incomprensible» la actitud del partido jeltzale. La formación independentista no entiende la ausencia de los peneuvistas en «iniciativas en Euskal Herria a favor de la resolución democrática», como el Acuerdo de Gernika o «la mayor movilización que se haya realizado en la historia en favor de los presos», mientras sí busca acuerdos en Madrid, agregaron.
Pero también hubo reproches en la otra dirección. Así, el presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, opinó que la izquierda abertzale «tiene que ser un poco más modesta y humilde en sus apreciaciones» porque lo que se ha conseguido es «poner una línea roja, un muro, para que el tema de la ilegalización de Amaiur o de Bildu ya no fuera posible», y «comprometer al PP con esa cuestión». En una entrevista en ETB, Ortuzar negó las acusaciones de que el PNV «se eche a los brazos de nadie», mientras que «hemos visto a una izquierda aber-tzale mucho más contemporizadora en Madrid que nosotros con el poder, desde las genuflexiones a la monarquía en La Zarzuela, a la forma en que se han conducido en los debates hasta ahora».
El contenido del acuerdo del Congreso también divide a la izquierda abertzale y al PNV. La formación independentista sí reconoce que el PP, por vez primera ha dado «un paso» en el reconocimiento del «carácter político del conflicto vasco» y ha pasado de pedir su ilegalización a rechazar la propuesta al respecto de UPyD. En esta decisión ha pesado la convicción, basada en datos de la Abogacía del Estado conocidos por el Gobierno central, de la dificultad jurídica de proceder a la ilegalización de Bildu y Amaiur, coaliciones que ya pasaron el filtro del Tribunal Constitucional.
No obstante, consideran «inadecuado» el acuerdo parlamentario sobre el fin de ETA suscrito por el PP, el PSOE y el PNV, ya que, además de dejarles fuera, «no apunta a las raíces del conflicto y no plantea ninguna hoja de ruta efectiva que impulse el proceso de resolución democrática». De hecho, para la formación independentista el manifiesto del Congreso es similar el Pacto de Ajuria Enea, «que hace años se dio por agotado» y considera que se mueve en un esquema de «vencedores y vencidos».
Recorrido del acuerdo
Por su parte, el PNV, internamente, admite que el acuerdo del martes con populares y socialistas es sólo un primer paso para que el Gobierno de Rajoy tenga un bastón desde el que comenzar a gestionar de forma más flexible el final de ETA. No obstante, los jeltzales esperan una política más audaz del Ejecutivo, en especial con los presos. De hecho, parece difícil que la sintonía que muestra el PNV en Madrid con los constitucionalistas se reproduzca en Euskadi, donde los jeltzales buscan también ese suelo ético común con PSE y PP pero marcando perfil propio, y asumiendo la iniciativa, al contrario de lo ocurrido esta semana en el Congreso de los Diputados.
En cualquier caso, la pugna entre las formaciones nacionalistas vascas no tiene visos de parar hasta las elecciones autonómicas, previstas para febrero-marzo de 2013. El propio Ortuzar denunció ayer que la coalición que ya están negociando la izquierda abertzale, Aralar, EA y Alternatiba para las autonómicas se concibe únicamente «para arrebatar el liderazgo del nacionalismo al PNV». Por tanto, parece que habrá nuevos capítulos de este enfrentamiento.
DIARIO VASCO, 24/2/12