El primer Pleno parlamentario del año resultó ser una nítida fotografía de la realidad política española. Con el Hemiciclo bien iluminado para que los espectadores no se perdieran detalle. La gran coalición no está en el Gobierno, pero sí en el Parlamento. PSOE y PP bloquearon el martes por la mañana en la Mesa del Congreso la creación de una comisión de investigación sobre el rescate bancario y por la tarde aprobaron en el Pleno tres decretos de políticas sociales, mientras Podemos discutía sobre sus asuntos domésticos y Ciudadanos intentaba que nadie olvide su existencia. El Congreso dio vía libre al bono social contra la pobreza energética, al decreto ley sobre cláusulas suelo y a un tercero para mejorar el acceso de los jóvenes españoles a programas europeos contra el paro. La colaboración parlamentaria del Gobierno y el PSOE, de Mariano Rajoy con la Gestora socialista, funciona como un reloj. Mientras que Ciudadanos se apuntó a los decretos asegurando que parte de su contenido había sido obra suya.
«Es un día feliz», dijo satisfecho desde la tribuna el diputado popular Guillermo Mariscal al defender el bono social. Al PP no le avergüenza, sino todo lo contrario, aprobar medidas socialdemócratas. El decreto contra la pobreza energética -realidad que el PP negó durante los cuatro años de mayoría absoluta- le permite quitarse de encima la etiqueta de Gobierno despiadado con los más necesitados. Y además, le echa una mano interesante al PSOE para sacar pecho de socialdemocracia. La diputada socialista Pilar Lucio subió a la tribuna para presumir de la eficacia de su grupo en el auxilio de los españoles desfavorecidos que no pueden pagar la luz, en tanto que Podemos no se separa de la pancarta. Lucio echó en cara a los diputados de Unidos Podemos su rechazo a un decreto que da respuesta a una reivindicación-bandera de Iglesias y los suyos.
En efecto, nada parece empañar la dicha del matrimonio PP-PSOE porque la dirección de Podemos ha puesto el cartel de «No molesten, estamos discutiendo» y no está para nadie. Y eso que el Pleno del Congreso estaba llamado también a ser una ocasión feliz para la formación morada, puesto que confirmaría el relato político de Pablo Iglesias. La gran coalición -sostiene Podemos- legisla migajas sociales que no evitarán los cortes de luz a los pobres y favorecen a los bancos en la devolución de las cláusulas suelo para aparentar que algo ha cambiado. Sin embargo, los dirigentes de Podemos no pudieron disfrutar de la confirmación de su relato político porque la ocasión les pilló discutiendo. Ni un minuto pueden descansar en la batalla de Vistalegre 2. En un paso definitivo hacia la transparencia total, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón escenificaron su disputa en sede parlamentaria. Prueba irrefutable de que un partido nacido en la calle se ha incorporado ya con total naturalidad a las instituciones. El Hemiciclo del Congreso ya les es tan familiar como su casa. El diputado Alberto Montero se esforzó por sacarle los colores al PSOE por ayudar al PP a que los bancos se salgan con la suya al no garantizar la devolución de las cláusulas suelo. Incluso echó en cara al ministro que Bankia -entidad que ha anunciado que devolverá el importe de las cláusulas suelo sin litigios judiciales- se preocupe más de los ciudadanos perjudicados que el propio Gobierno. Pero su descripción del funcionamiento de la gran coalición parlamentaria no traspasó la barrera del sonido del «vivo debate» de Iglesias y Errejón, primero en el escaño y después en el bar.
La colaboración PP-PSOE funciona asimismo para mantener bloqueada la comisión de investigación sobre el rescate bancario. Ciudadanos volvió a intentar que la Mesa del Congreso diera luz verde a esta investigación parlamentaria con las competencias que le reserva el Reglamento. Pero socialistas y populares rechazaron esta vía, por lo que tendrán que ser dos grupos o 70 diputados quienes la pidan. Unidos Podemos la planteará ante el Pleno, pero chocará aún con otra dificultad. Hay un acuerdo de caballeros entre los grupos para que no haya más que una comisión de investigación abierta en el Congreso y ya está aprobada la que se refiere a las escuchas al ex ministro del Interior, Jorge Fernández. Debido a la enfermedad del ex titular de Interior, la comisión no ha empezado a funcionar. Lo cierto es que mientras que PP y PSOE se dan prisa en negociar y aprobar los decretos ley del Gobierno, no despliegan tanto entusiasmo en investigar asuntos espinosos para ambos partidos -tanto en lo que se refiere a la quiebra de las cajas administradas por ellos como a las cloacas policiales- por lo que están aguantando la presión de Podemos y de Ciudadanos.