La gran mayoría del PSOE pide romper ya con el PSC

Es un clamor en el PSOE y, tal vez, ni siquiera la experiencia política de Alfredo Pérez Rubalcaba pueda lograr calmarlo.

Una amplia mayoría de los barones regionales socialistas y destacados diputados del Grupo Parlamentario en el Congreso expresaron ayer de forma nítida y clara su postura a favor de que el PSOE finiquite sus relaciones con el PSC, tras romper ayer la disciplina de voto en el Congreso en torno al denominado derecho a decidir. La respuesta a esto: que el PSOE vaya a Cataluña con sus propias siglas. El espíritu de este sentimiento se resumió en una frase del ex presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara: «Fue bonito mientras duró».

Desde las direcciones del PSOE de Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid o Andalucía fueron un clamor los mensajes en esta misma dirección, porque se entiende la ruptura de la disciplina de voto en el Congreso como una deslealtad que ya supera todos los límites.

Además, un destacado dirigente regional indicó que se ha acabado el tiempo de que el PSOE esté supeditado a los socialistas catalanes, sobre todo cuando apenas tiene el 14% de los votos de los ciudadanos de aquella comunidad. Para este dirigente, el PSOE con sus propias siglas en Cataluña no tendría difícil conseguir dicho porcentaje, y se acabaría el desgaste que el apoyo al PSC le supone en el resto de España.

La posición de los barones del PSOE se oyó con más nitidez en la reunión del mediodía del Grupo Parlamentario Socialista. Alfonso Guerra, José María Benegas, José Blanco -tres de los máximos dirigentes del partido en las últimas décadas-, junto con una amplia mayoría de diputados del PSOE, pidieron en el Grupo Parlamentario castigar al PSC.

El más claro y nítido, como siempre, Alfonso Guerra, que pidió claramente la ruptura con el PSC. «No se puede tener dos diagnósticos. Y cuando hay que decidir, prima sobre el diagnóstico socialista el criterio nacionalista». José María Benegas lo redondeó: «No se puede hacer seguidismo del nacionalismo que, además, no da ningún beneficio». Blanco añadió: «Es un error del PSC y un desastre para el PSOE».

EL MUNDO 27/02/13