ABC 09/01/14
· Entre los 8 detenidos, Zulueta y Enparantza, inductores del acto etarra de Durango.
Con la detención de sus ocho cabecillas, la Guardia Civil descabezó ayer la única estructura activa que ETA tiene en España, la «Koordinazioa Taldea» —«KT»—, encargada de garantizar la disciplina de los presos y de diseñar la «hoja de ruta» para una pretendida negociación con el Gobierno que desemboque en una «amnistía a plazos».
En el despacho que Arantza Zulueta tiene en Bilbao fueron detenidos, además de ésta, los también abogados Jon Enparantza y José Luis Campos, así como Asier Aranguren, Aitziber Sagarminaga, Egoitz López de la Calle y Miren Aintzane Orkolaga. El octavo, José Miguel Almandoz, fue arrestado en Pamplona. Además del despacho, los agentes del Servicio de Información registraron simultáneamente los lugares de trabajo y los domicilios particulares de los detenidos, de donde se llevaron documentación. Pero no tanta como esperaban. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil seguía registrando las oficinas, en presencia de Zulueta.
El operativo desplegado ayer es fruto de una laboriosa investigación iniciada hace tiempo por la Benemérita, pero que cobró impulso el 30 de septiembre, a raíz del descabezamiento de Herrira. Entre la documentación incautada había datos reveladores que aportaban nuevas pruebas sobre el «frente de cárceles» de ETA. Por ejemplo, que el instrumento del que se vale la organización criminal para controlar desde el exterior a los presos y mantener su cohesión para que no deserten es la «Koordinazioa Taldea» —«KT»—, integrado por ocho individuos «legales», los detenidos ayer. Al margen de los tres abogados, el resto son expresos.
Toman decisiones siempre de acuerdo con las directrices de la cúpula etarra, que transmite las consignas a través de mensajes, a veces encriptados en soportes informáticos. El Servicio de Información de la Guardia Civil ha detectado la celebración de 21 reuniones de la «Koordinazioa Taldea» (Grupo Coordinador) entre los meses de febrero y noviembre del pasado año, en el despacho de Bilbao. Es decir, con una frecuencia prácticamente semanal.
Las artimañas de Zulueta
Todo ello demuestra que el «frente de cárceles», pese a haber sufrido varios golpes, por ejemplo el que le asestó la Benemérita en 2010, ha mantenido su actividad. Entre otros motivos, porque tras el desmantelamiento de la estructura Halboka, la predecesora encargada del control de los presos, los detenidos fueron puestos en libertad. Uno de ellos, David Pla, se incorporó a la dirección de ETA y otros dos, Zulueta y Emparantza, aprovecharon su situación para reorganizar la estructura. Por tanto, la captura de Zulueta cobra especial importancia. Pertenece al sector más duro y muchos, incluso dentro de la propia «izquierda abertzale», creen que sería partidaria de un regreso de ETA a la actividad criminal.
Utilizó artimañas para ralentizar el debate en las cárceles y así imponer un tono más radical al último comunicado del colectivo, en el que no hay un atisbo de solicitud de perdón hacia las víctimas ni de arrepentimiento. Incluso, según ya adelantó ABC, la dirección de la banda le pidió en su día que diera un tono «más amable» a los pronunciamientos de los presos: «Tengo claro que a algunos no les importa la situación de los presos, o los sentimientos, etc. Y que no buscan más que hacer esa “dirección” según sus intereses», se quejaba un recluso etarra durante el debate interno, en alusión a a la abogada, según uno de los documentos incautados a Herrira.
Con el descabezamiento de «KT» se busca que los reclusos se liberen de las cadenas y rompan con la cúpula de ETA. Los investigadores han detectado entre los presos una creciente división. Por una parte, un sector «posibilista» mayoritario que estaría dispuesto a acogerse a medidas individuales conforme a la ley, y no dirigidas, asumiendo el arrepentimiento de cara a la reinserción. Y otro minoritario, radical, que se mantiene fiel a Zulueta para una «hoja de ruta» con la que negociar con el Gobierno el reagrupamiento de presos y después una amnistía «a plazos».
ABC 09/01/14