EL CORREO 29/04/14
· Arresta a 21 personas, 15 de ellas en Euskadi y Navarra, por colgar cientos de mensajes que pedían la vuelta de ETA y se mofaban de las víctimas.
La Guardia Civil lanzó ayer un serio aviso a quienes enaltecen el terrorismo a través de las redes sociales al poner en marcha la mayor redada que se ha desarrollado en España contra este delito. La denominada ‘operación Araña’ se ha saldado hasta el momento con 21 detenidos, acusados todos ellos de exaltar el terrorismo, principalmente de ETA, aunque también del yihadismo, de mofarse con mucha dureza de víctimas muy conocidas y de hacer proselitismo de la banda terrorista con la distribución de enlaces de vídeos de la organización armada o de viejos ‘zutabes’ (boletines internos) etarras.
El epicentro de la operación, que sigue abierta por lo que no se descartan nuevos arrestos, fue el País Vasco y Navarra, donde los agentes localizaron a a quince de los sospechosos. Al menos, cinco de ellos fueron capturados en Bizkaia, tres en Álava y dos en Gipuzkoa. Los arrestos se extendieron a Cataluña, donde los agentes detuvieron a dos jóvenes, otros dos en Asturias, uno en Castilla y León y otro en Galicia. Según informó el Ministerio del Interior, dos de los detenidos, ambos capturados en Bizkaia, son menores de edad y se da la circunstancia de que uno de ellos ya había sido arrestado por la Ertzaintza acusado de haber participado en los disturbios del pasado 3 de marzo en Bilbao durante el Foro Económico Mundial.
Tuits ofensivos
Todos ellos, explicaron mandos de la lucha antiterrorista, habían distribuido centenares de mensajes en Twitter y Facebook de exaltación del terrorismo. Al menos dos de los acusados tenían cuentas en Twitter con más de un millar de seguidores en las que «diariamente» reclamaban la vuelta a las armas de ETA, aplaudían algunos de los atentados más sangrientos de los terroristas, se dedicaban a hacer públicos enlaces con propaganda de la banda, ensalzaban a etarras ya condenados, alababan a activistas excarcelados o animaban a organizaciones terroristas aún activas a seguir su actividad.
Pero lo que con mayor recurrencia hacían era vilipendiar a víctimas del terrorismo como Irene Villa, Miguel Ángel Blanco, José Antonio Ortega Lara, los guardias civiles asesinados en Capbreton o el almirante Luis Carrero Blanco.
La Guardia Civil distribuyó un vídeo con algunos de esos tuits a modo de ejemplo:
· «Vuestros muertos son nuestra alegría y nuestra diversión», con una imagen de guardias civiles portando un ataúd,
· «el próximo 13 de mayo hubiera sido el cumpleaños de Miguel Ángel Blanco… pero ohhh… ETA le metió dos tiros en la chola. Qué se joda, púdrete»,
· «gora ETA. Muerte al PP y larga vida al terrorismo, al asesinato y a la extorsión de políticos, guardias civiles y policías»,
· «lo mejor que nos podría ocurrir es la vuelta a las armas de ETA y posterior eliminación del PP a base de bombas y tiros en la nuca»,
· «me la suda por tiempos la muerte de Miguel Ángel Blanco. Es más, me alegro más ahora y deseo la vuelta de ETA para que haga lo mismo»;
· «XXXX eres el ejemplo perfecto de lo que debería ser una mujer. Lástima que no haya ETA para que seas la nueva Irene Villa».
Mandos de esta operación, desarrollada en ocho provincias y que es coordinada por el juez central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, explicaron que los detenidos no tenían una dependencia orgánica interna ni aparente relación entre ellos, por lo que, en principio, el magistrado, de guardia esta semana, distribuirá cada una de las causas, posiblemente una por cada detenido, entre los seis juzgados de instrucción del tribunal.
La Audiencia Nacional, en cualquier caso, será competente para instruir los cargos de los detenidos, ya que se trata de acusaciones por delitos de terrorismo previstos en el artículo 578 del Código Penal que castiga con la pena de prisión de uno a dos años a los que «enaltezcan o justifiquen» los delitos de terrorismo o los que lleven a cabo «actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares».
Fuentes judiciales, que no descartaron que la mayoría de los implicados no lleguen a ser puestos a disposición del juez, explicaron que las pruebas de cargo contra los arrestados son los propios ‘pantallazos’ de sus tuits y mensajes en Facebook y las direcciones IP desde donde partieron los textos de exaltación de ETA o de mofa de las víctimas. A la Audiencia Nacional también se remitirán en breve el contenido de los teléfonos móviles y de los ordenadores intervenidos en la redada.
La ‘operación Araña’, que se ha desarrollado también con denuncias de ciudadanos aportadas al portal de internet ‘Colabora’ de la Guardia Civil, se ha desatado justo una semana después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional abriera diligencias contra los responsables de la cuenta de Twitter @HumorrNegro, a raíz de que la Oficina de Atención a la Discapacidad, dependiente del Ministerio de Sanidad, denunciara continuos chistes en esta cuenta con más de 160.000 seguidores contra Irene Villa y otras víctimas del terrorismo, amén de comentarios supuestamente jocosos contra discapacitados, minorías étnicas o mujeres objeto de abusos sexuales, entre otros muchos colectivos.
Críticas de Barrena
La operación, en todo caso, fue rechazada de inmediato por la izquierda abertzale. El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, la calificó de ataque «indecente» contra la libertad de expresión. «Personas que se dedican a difundir sus opiniones políticas en redes sociales han sido detenidas en una operación policial que, una vez más, deja en evidencia que España sigue considerando la disidencia política como delito de opinión», recalcó el dirigente independentista a través de un comunicado.
Para Barrena, la libertad de expresión «sólo existe para los voceros del régimen, los especuladores financieros y quienes se dedican a lanzar amenazas contra los independentistas de izquierda». Por todos estos motivos, el portavoz de Sortu exigió la inmediata puesta en libertad sin cargos de todos los detenidos y el «fin a la intervención policial y a la censura política» en las redes sociales.
En una línea similar, las juventudes de Eusko Alkartasuna tacharon la operación de «enésimo estorbo a la pacificación».
EL CORREO 29/04/14