La historia del choque Arabia Saudí – Qatar

EL ECONOMISTA 09/06/17

· El origen del enfrentamiento de Arabia Saudí y Qatar hay que buscarlo hace 20 años y en el gas natural

· El emirato es el mayor exportador de gas del mundo que le permite mantener la independencia respecto a Riad
· Además, es un firme aliado de Irán y de los chiís

Qatar es uno de los pocos países de Oriente Medio que juega un papel de independencia respecto a los intereses de Arabia Saudí. El gas natural le ha permitido durante veinte años desempeñar su propia política exterior alineada con el enemigo regional de Riad, Irán. l Arabia Saudí, EAU, Bahréin, Egipto y Yemen cortan relaciones con Qatar por apoyar el terrorismo

La hostilidad de Arabia Saudí hacia Qatar se ha estado gestando desde 1995 y tiene que ver con la autonomía que le proporciona el gas natural al emirato de Al Thani. Ese año el jeque Tamim bin Hamad Al Thani derrocó a su padre, que estaba alineado con Riad, y también cerró la primera venta de gas natural licuado al exterior.

Al año siguiente, el nuevo emir sobrevivió a un contragolpe de Estado, presuntamente instigado por Arabia Saudí. La respuesta de Al Thani fue no someterse al yugo de la OPEP dejando de construir oleoductos para que el gas qatarí se integrara en el cartel. Los vecinos, en ese momento muchos más ricos que Qatar gracias al petróleo, querían utilizar el gas natural en los pozos de crudo para mejorar la producción, pagando un precio muy por debajo de la cotización internacional, según Jim Krane, investigador de Rice University’s Baker Institute de Houston, a Bloomberg.

Desde entonces, Qatar ha escalado a la primera posición de país más rico del mundo de renta per cápita con 130.000 dólares anuales, gracias a que se ha consolidado como el mayor exportador de gas natural a nivel mundial. Ante el poderío de Arabia Saudí, Qatar se muestra como la mayor potencia en la otra materia prima que mueve el planeta. El país cuenta con las mayores reservas de gas natural gracias al campo en alta mar en el Golfo Pérsico que comparte con Irán, el país que rivaliza por la hegemonía regional con Arabia Saudí.

El gas le permite a Doha tener independencia política y deshacerse de la influencia de Arabia Saudí, a diferencia del resto de países de Oriente Medio. Qatar ha estrechado lazos intencionales por libre con EEUU, Rusia e Irán. Su capital alberga la mayor base militar  estadounidense en Oriente Medio  y el año pasado el fondo soberano qatarí invirtió 2.700 millones de dólares en la petrolera rusa estatal Rosneft.

Visita de Trump
«Qatar solía actuar como un vasallo de Riad, pero el gas le hado autonomía para jugar un papel independiente en la región», explica Krane. Según el experto, la reciente visita de Donald Trump ha ofrecido la oportunidad perfecta para que el resto de vecinos aísle a Qatar.

El presidente de EEUU impulsó una iniciativa para que todos los países del Golfo denunciaran a Irán, recogiendo las pretensiones de Arabia Saudí. Qatar fue el único país en negarse y dijo que el comunicado era el resultado del contrato multimillonario de venta de armas estadounidenses.

En el 2000, el gobierno de Al Thani sufrió otro golpe de Estado organizado desde Baréin e instigado por Arabia Saudí, según reveló una investigación de la BBC. En los últimos años, las tensiones de Qatar con sus vecinos han crecido por el aumento de la demanda de gas natural en Oriente Medio. El país tiene el gas más barato del mundo, pero no lo vende en la región, obligando a importarlo o extraerlo a un coste mayor.

Los argumentos de Arabia Saudí y el resto de países utilizados para romper relaciones diplomáticas aluden al apoyo de Qatar al «terrorismo». El supuesto apoyo se traduce en el respaldo de Al Thani a los Hermanos Musulmanes en Egipto, Hamas en Palestina y facciones armadas en Siria y Libia, contrario a los intereses de Arabia Saudí contra la comunidad musulmana chií.

Irán y el gas
«El gas no es la causa inmediata del enfrentamiento actual pero hay dudas de que Qatar quiera vender su producto al resto de países del Golfo», explica Steve Wright, experto en Energía de la Universidad de Qatar. El país ha retrasado la expansión de sus yacimientos durante diez años para evitar el suministro en la región. Una decisión que juega a favor de Irán, que no ha podido aumentar la producción de gas por los problemas del embargo internacional.

«El problema de fondo es la expectativa de los vecinos de tener gas a buen precio», apunta Wright. Pero Gerd Nonneman, de la Universidad de Georgetown, subraya que la intención de Arabia Saudí es someter por completo a Qatar y provocar la ruptura con Irán, «algo improbable por la importancia que tiene en la economía qatarí».