TONIA ETXARRI, EL CORREO 06/11/13
· Suelen decir los socialistas que el debate de las primarias está siendo virtual, fruto del «ruido mediático». Que lo que importa es el proyecto que va a surgir de la próxima conferencia política. Pero la realidad volvió a chocar ayer contra los deseos del ‘sanedrín’ de Ferraz en el preciso momento en que Patxi López se dejó querer en el escaparate. No somos los periodistas. Son algunos dirigentes del PSOE que, como el exlehendakari, se quieren postular sin esperar ya a respetar los ‘tempos’ que necesita marcar Alfredo Pérez Rubalcaba.
De hecho, en la dirección del partido estaban tan convencidos de que la batalla por la sucesión, aunque discurra entre bastidores, estaba tan amortizada de cara al público que pensaron que ya no tendrían que volver a recurrir al consabido comodín del «ahora no toca» que tanto juego les ha dado en el último año. Pero ayer tuvieron que rescatar la frase talismán porque Patxi López se volvió a mostrar impaciente.
Podría haber respondido a las preguntas periodísticas que no es el momento para pensar en quién quiere suceder a Rubalcaba o competir con él. Pudo pedir respeto para los tiempos de las primarias como hizo el año pasado. Pero contestó que si se lo pedían, él no se pondría de perfil en la batalla de la sucesión. Y fue la propia Soraya Rodríguez quien «enderezó» el mensaje para volver a poner en su sitio a López. Ahora no toca. O, lo que es lo mismo, «lo que toca ahora es hablar de política y proyectos».
Eso mismo mantenía López el año pasado mientras visitaba discretamente las federaciones para sopesar el grado de apoyo con que podía contar si se lanzaba al estrellato. Pero, en público, no levantaba una palabra más que otra del tono del mensaje del secretario general del PSOE. Si Alfredo Pérez Rubalcaba decía que no era el momento de sacar a relucir la batalla de las primarias, la voz de Patxi López sonaba como un eco. Pero ese alineamiento tan leal caducó la primavera pasada.
Y como Rubalcaba, consciente de ello, necesitaba mostrar a sus opositores que los socialistas vascos a los que tanto había cuidado seguían sus pasos, participó el pasado 12 de octubre en un acto de partido para posar con López delante de la afiliación vasca. Pero el abrazo que se dieron no significó otra cosa que una imagen de complicidad impostada. Porque las diferencias entre los dos chirriaron tanto que Rubalcaba, en esa ocasión, apostó delante de su compañero por no abordar las primarias hasta las próximas elecciones generales.
Ayer el exlehendakari, tres días antes de la celebración de la conferencia política, se postuló como candidato, animado seguramente por la consideración de García Page, que acababa de hablar de él como «una referencia solvente». Entre los escarmentados por el regreso de figuras como Garzón y el despiste sobre qué tienen que discutir en la conferencia política, hoy por hoy no existe en el PSOE un líder capaz de sintetizar las aspiraciones de la denominada vieja guardia y los renovadores desnortados. Y en ese vacío de liderazgo, Patxi López ha decidido dejar de disimular.
TONIA ETXARRI, EL CORREO 06/11/13