ABC – 03/09/16
· Pedro Sánchez revolucionó ayer al PSOE cuando, al final de su discurso, pidió a «las fuerzas del cambio», todas menos el PP, «altura de miras y generosidad» para asumir su responsabilidad ante los españoles: «La de ofrecer una solución a este país, al atasco político» en el que le ha metido Mariano Rajoy.
Segundos antes se había dirigido a la bancada popular para que también reflexionara sobre el fracaso de Rajoy «aunque sé que no lo van a hacer»; Una coletilla, ésta, que sonó a petición encubierta para que el PP presente otro candidato, como ha solicitado el expresidente Felipe González.
A partir de ese momento, se desataron todas las especulaciones en el Grupo Socialista y en las federaciones críticas: ¿Otro candidato popular para que el PSOE se pueda abstener, o apoyos para intentar él ser presidente del Gobierno, con el apoyo de Ciudadanos o Podemos y el respaldo de PNV e independentistas catalanes? La confusión fue tal que obligó a la Ejecutiva Federal a desplegar todos sus esfuerzos para aclarar que el PSOE nunca ha querido pedir cambio de candidato del PP ni Sánchez se postule. «No ha querido decir eso», sostienen estas fuentes, aunque suene a ello. Lo cierto es que le resultaría complicado sin convocar otra reunión del Comité Federal, porque la resolución del 28 de diciembre, rechazando los apoyos de fuerzas independentistas para una investidura, lo impide.
No estar de brazos cruzados
Sin embargo, esas mismas fuentes reconocen que Pedro Sánchez no piensa quedarse de brazos cruzados en los dos meses de plazo que se abren antes de que se convoquen elecciones y mantendrá contactos con el resto de fuerzas políticas. Esta matización sirvió, avanzada ya la noche, para que el PSOE, en el ojo del huracan de las responsabilidades de una posible convocatoria electoral, respirara aliviado.
Son mayoría los que creen que el secretario general no va a intentar lo que Alfredo Pérez Rubalcaba denomina un «gobierno Frankenstein» con los independentistas y Podemos –de hecho, el duro tono de Pablo Iglesias volvió a causar malestar en el PSOE–. Piensan que es poco menos que imposible y que lo único que pretende Pedro Sánchez es dar la impresión de que no se queda de brazos cruzados mientras corre el plazo hacia unas terceras elecciones generales.
Ayer el secretario general de los socialistas subió a la tribuna de oradores sin papeles y lanzó otra dura diatriba contra Rajoy. Le animó a preguntarse cómo es posible que no sea capaz de sumar la mayoría del Parlamento después de gobernar los últimos cuatro años con mayoría absoluta y haber ganado las elecciones del 26 de junio. E ironizó sobre el hecho de que incluso Ciudadanos, que apoya su investidura, dice que «lo hace por España pero no porque confíen» en el candidato del PP.
El líder de los socialistas cree que Rajoy está en esta situación como consecuencia de sus políticas durante la última legislatura, en la que «ha defraudado la confianza de los españoles» y con políticas como el «desmantelamiento» del Estado del bienestar, el «enconamiento» del conflicto territorial, los casos de corrupción o la «instrumentalización» de la vida pública.
A su juicio, durante los últimos cuatro años el PP ha provocado «cuatro grandes fracturas» que otra legislatura en el Palacio de la Moncloa «sólo pueden agravar». «Ustedes deberían extraer una conclusión de la derrota parlamentaria que van a sufrir, pero sé que no lo van a hacer porque toda la estrategia de este debate de investidura es porque está pensando en las terceras elecciones», reprochó a la bancada ‘popular’ en medio de fuertes protestas que interrumpieron al líder socialista.
ABC – 03/09/16