La izquierda abertzale aprovecha la crisis para exigir la independencia

EL CORREO, 22/7/12

EH Bildu reúne en Bilbao a miles de personas para protestar contra los recortes de Rajoy y reivindicar la «soberanía económica»

La izquierda abertzale volvió a demostrar ayer en Bilbao su poder de convocatoria. Miles de personas respondieron en una tarde estival que invitaba a alejarse de cualquier urbe al llamamiento realizado por EH Bildu -la marca electoral con la que los herederos de Batasuna, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba concurrirán a las elecciones autonómicas- y marcharon a ritmo frenético desde el Sagrado Corazón hasta el Ayuntamiento en protesta por recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. Los convocantes aprovecharon la marcha para reivindicar una «soberanía política y económica» para el País Vasco que permita combatir con garantías la crisis.

LAS REACCIONES
LAURA MINTEGI CANDIDATA DE EH BILDU
«Es imprescindible dar una respuesta como país a las agresiones que se imponen desde Madrid»
PERNANDO BARRENA IZQUIERDA ABERTZALE
«Tenemos alternativas y herramientas para resistir en las calles mediante la huelga general»

Porque, según defendió Pernando Barrena, erigido en portavoz del pensamiento abertzale, solo la independencia puede permitir superar el «estado de emergencia» creado por el PP. Únicamente «una respuesta de país, un frente común del pueblo» posibilitará «una alternativa social» con el que rebasar «el actual marco autonómico», incapaz de «responder a las necesidades que esta situación exige».

Barrena ejerció también de cabeza tractora de la marcha al portar junto Rebeka Ubera y otros miembros de la coalición la pancarta que la encabezaba y que clamaba ‘No a los recortes. Soberanía económica’. Tras él, en un discreto segundo plano, Rufi Etxeberria, Joseba Permach, Niko Moreno, Maribi Ugarteburu, Pello Urizar, Rafa Larreina, Maiorga Ramírez o Dani Maeztu; y aún más atrás Laura Mintegi. La candidata a lehendakari de EH Bildu cedió el protagonismo y solo se limitó a remarcar antes del comienzo de la manifestación que es «absolutamente imprescindible dar una respuesta como país a las agresiones que están imponiéndose a este pueblo desde el Gobierno del Partido Popular en Madrid».

Con la puntualidad británica que marcó el histórico cura obrero y militante abertzale Periko Solabarria, el primero en llegar al punto de partida, la procesión partió justo cuando Barrena, Permach y Etxeberria abandonaron un hotel cercano al Sagrado Corazón. Fue la señal, el banderazo de salida para que las miles de personas que se congregaban en los aledaños ocuparan el asfalto de la Gran Vía.

Desiguales indumentarias, diferentes edades y diversas procedencias conformaron la demografía de una marcha que comenzó delgada y que no alcanzó su peso real hasta la confluencia con la calle Doctor Areilza. No fue hasta allí cuando se atrevieron a acceder aquellos que llegaron acompañados de bebés y sus respectivos carritos. También tardaron en introducirse las personas de mayor edad, siempre temerosos de los nervios iniciales de este tipo de concentraciones.

Solo el murmullo de las conversaciones intestinas de la manifestación rompió durante muchos minutos el silencio que reinaba ayer en Bilbao. No hubo apenas gritos, los lemas fueron muy escasos y salvo la obsesión de algún manifestante por demostrar su habilidad con el silbato todo fue calma en una marcha que realmente poco reivindicó durante su caminar.

Escasos eslóganes

Quizá el ritmo enérgico de la pancarta, varias veces llamada al orden, dejó sin aliento a los lanzadores de eslóganes. Tal vez había poco que recordar porque todos los presentes tenían clara cuál era la reivindicación, pero lo cierto es que el ambiente de lucha no hizo ayer acto de presencia en la capital vizcaína. Fue una tarde festiva, de semblantes alegres, de agradables veinticinco grados de temperatura, solo amenizada por algún ‘Nos tenéis que devolver el dinero, ladrones’, ‘Banketxeak lapurrak’ (Bancos ladrones) o ‘No falta dinero, sobran ladrones’, cuando se pasó frente a algunas entidades financieras.

Y así se llegó a la meta, esta vez colocada en el puente del Ayuntamiento, a escasos cincuenta metros de la casa consistorial. Allí unos gritos a favor de la independencia trataron de calentar el ambiente. Era el momento y el lugar de la traca final. Correspondió encenderla a Asun Fernández de Garaialde, de Aralar, de telonera, y a Pernando Barrena, la ‘estrella’ ayer. El navarro, antes de iniciar con buen tono el ‘Eusko Gudariak’, prometió que Euskadi tiene «alternativas para combatir la crisis», que dispone de «herramientas necesarias» y que resistirá «en las calles». Lo hará mediante «la movilización y la huelga general del 26 de septiembre».

EL CORREO, 22/7/12