DIARIO VASCO, 31/5/12
El colectivo de reclusos fija el arrepentimiento y la delación como las dos «líneas rojas» a no traspasar
El colectivo de presos de ETA presentará este sábado las conclusiones de su debate interno y la izquierda abertzale confía en que los reclusos flexibilicen sus posturas para facilitar su futura salida de las cárceles. La formación independentista espera que el denominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) abra una nueva etapa en la que se «resitúen» dentro del nuevo escenario sin violencia y empiecen a asumir la necesidad de «ajustarse a la legalidad vigente», según fuentes de toda solvencia de este sector político.
La izquierda abertzale viene defendiendo en los últimos meses que la asunción por los internos de «soluciones individuales», en línea con lo que exige el Gobierno central y la ley, no contradice el carácter colectivo con el que los presos quieren revestir todas sus actuaciones. Aunque el EPPK pueda el sábado flexibilizar sus posturas tradicionales, dos son las «líneas rojas» que el colectivo no está dispuesto a traspasar: «el arrepentimiento y la delación», explican fuentes conocedoras de la ‘cocina’ en las prisiones.
Ello no implica que los presos puedan avanzar, por ejemplo, hacia el reconocimiento del daño causado a las víctimas, en aras a cumplir las exigencias de perdón que reclama la ley para acceder a beneficios penitenciarios. Por el contrario, rechazan tener que cumplir condiciones que, entienden, buscan su «humillación».
El ejemplo de Sortu
La cuestión de los presos preocupa en el seno del independentismo vasco de izquierdas ya que frena, de momento, el avance del proceso abierto tras el cese definitivo de la violencia de ETA. El Gobierno ha marcado nítidamente su terreno con la presentación del plan de reinserción de presos, rechazado por la izquierda abertzale porque condiciona el acercamiento a cárceles vascas a que los reclusos se desmarquen claramente de la organización armada.
La izquierda abertzale entiende que dentro de la actual legislación penitenciaria hay suficiente margen para buscar una solución «compartida por ambas partes» (presos y Gobierno) que permita facilitar la paulatina salida a la calle de los presos. En este sentido, confía en que los propios reclusos puedan amoldarse a las exigencias legales del mismo modo en que la antigua Batasuna aceptó las condiciones de la Ley de Partidos para intentar inscribir al nuevo partido, Sortu, según las fuentes soberanistas consultadas. La izquierda abertzale cree que los presos deben adaptarse al nuevo escenario sin violencia, ya que «si se apuesta por el nuevo escenario hay que actuar en función de él», aunque ello implique que el EPPK deba hacer cierta «pedagogía interna».
La ilegalizada formación espera que los frutos de todo este trabajo se reflejen en el acto de los presos en Gernika. «El sábado van a definir su posición teniendo en cuenta el nuevo escenario», señalan las fuentes consultadas. En el avance que ofreció hace unos días un grupo de expresos, ya adelantaron la intención del EPPK de «alinearse con la estrategia de la izquierda abertzale».
Precisamente sobre la cuestión de los presos habló ayer en Radio Euskadi el dirigente de la izquierda abertzale Pernando Barrena, que se mostró convencido de que el EPPK «favorecerá las salidas» que hay que ofrecer a los reclusos. «Las decisiones estarán a la altura de las circunstancias», vaticinó el dirigente navarro.
Preguntado sobre si asumirán salidas individuales en línea con lo que exige la ley, Barrena respondió que el hecho de que «los presos salgan en base a un expediente individual con su nombre y uno a uno, no está en absoluto reñido con el carácter colectivo que tiene el EPPK». De hecho, el dirigente independentista recordó que los diferentes gobiernos españoles siempre han tratado a los reclusos de forma colectiva, por ejemplo a la hora de aplicar la dispersión. Barrena concluyó expresando su confianza en una solución sea a través de «sistemas de excarcelación en base a la legislación penitenciaria u otro tipo de medidas».
Sobre las últimas dos detenciones de miembros de ETA en Francia y el hecho de que portaran pistolas, el dirigente abertzale precisó que los arrestados llevaban armas, no para evitar detenciones, sino para «protección personal» y evitar «sucesos como el secuestro y desaparición de Jon Anza», miembro de ETA hallado muerto en 2010. En todo caso, Barrena dejó claro que el escenario de final de la lucha armada no tiene marcha atrás porque «no hay opción de regresión en ETA».
En alusión a las últimas detenciones, los partidos y colectivos firmantes del Acuerdo de Gernika denunciaron ayer que España y Francia actúan «como si ETA no hubiera dado por terminada su actividad armada».
DIARIO VASCO, 31/5/12