EL CORREO, 11/6/12
Ninguno de sus portavoces intervino en la puesta de largo de una coalición que nace como «punto de unión» de los independentistas
Euskal Herria Bildu será definitivamente el nombre con el que la izquierda abertzale concurrirá a las próximas elecciones autonómicas en coalición con Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba, sus ya socios en Amaiur. La presentación oficial de esta nueva marca, ya adelantada por EL CORREO, se realizó ayer con una modesta puesta de largo en la que los portavoces habituales de la extinta Batasuna ni tan siquiera tomaron la palabra, delegando el papel estelar de un acto que apenas se prolongó quince minutos en Amaia Agirresarobe, de Alternatiba, y Dani Maeztu, de Aralar.
El nombre de Euskal Herria Bildu comenzó a circular a mediados de la pasada semana, con una estrategia muy similar a la que se vivió a finales de septiembre del año pasado, cuando la identidad de Amaiur se hizo pública tres días antes de que las cuatro formaciones que lo integran compareciesen de forma solemne en el Baluarte de Pamplona. Entonces tomaron la palabra la propia Agirresarobe, los líderes de EA y Aralar, Pello Urizar y Patxi Zabaleta, así como uno de los portavoces más destacados de la izquierda abertzale, Txelui Moreno.
El de ayer, sin embargo, fue un acto al que se le quiso dar un perfil más bajo. Aunque en primera línea estaban sentados rostros conocidos como Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu o Joseba Permach, ninguno de ellos tomó la palabra. Tampoco se pusieron delante del micrófono Urizar o Zabaleta, presentes en una de las salas de Museo de la Ciencia Eureka de San Sebastián, un marco alejado de los recintos que habitualmente elige la izquierda abertzale. También estaban Martin Garitano y Xabier Mikel Errekondo, entre otros.
En su lugar intervinieron Agirresarobe y Maeztu, el único parlamentario de Aralar que sigue fiel a las directrices de la dirección del partido. Los otros tres, Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, fueron expulsados, entre otros motivos, por su oposición a la alianza entre Aralar y la izquierda abertzale.
Durante sus discursos recalcaron que EH Bildu es el «punto de encuentro» de los independentistas y «el referente» de todos los que denuncian «el inmovilismo de los gobiernos frente a la oportunidad histórica que vivimos». Agirresarobe rechazó las ilegalizaciones, las vulneraciones de los derechos «y los subterfugios de quienes buscan conseguir mediante trampas la legitimidad que la ciudadanía les niega».
Maeztu, por su parte, se ocupó de desgranar un genérico programa de principios en el que recalcó que Euskal Herria Bildu «se posicionará en contra de todas aquellas actuaciones que vulneren los derechos fundamentales», y subrayó el compromiso de la nueva coalición con el euskera, la igualdad de género, la participación ciudadana y la justicia social. Todo ello cruzado con críticas al actual modelo económico, guiños al movimiento ecologista y apuestas arriesgadas como «el desarrollo de políticas para la soberanía alimentaria».
Un cuarto de hora
Los dos discursos apenas sumaron quince minutos. No hubo mención a ETA. Entre medias hubo un vídeo que rondó los sesenta segundos. Al terminar Maeztu, todos los presentes, cerca de un centenar de personas, se pusieron en pie y aplaudieron durante veinte segundos. Ahí acabó la presentación de Euskal Herria Bildu, cuyo lema oficial aparece escrito en letras minúsculas, en tonos grises y amarillos, y al lado de un anagrama que sugiere el mapa de Euskal Herria.
Fuentes de la izquierda abertzale explicaron posteriormente a este periódico que nadie había intervenido porque las cuatro formaciones integradas en la coalición han decidido repartirse los papeles. A partir de ahora, en cada acto sólo intervendrán dos de ellas. Si se cumple el guión, en el próximo hablarán EA y la propia izquierda abertzale.
Destapada la marca, la gran incógnita que queda por desvelar es quién liderará las listas electorales y aspirará a llegar a Ajuria Enea. Hace dos semanas, el propio Rufi Etxeberria confirmaba en una entrevista en este periódico que no será una persona integrada en las estructuras de los partidos. Se busca un perfil independiente, en principio una mujer.
Aunque se ha especulado con varios nombres, desde la izquierda abertzale se sostiene que todavía no está nada decidido, y que la identidad no se conocerá hasta dentro de unas semanas. Al parecer, varias aspirantes ya habrían rechazado la propuesta.
EL CORREO, 11/6/12