DIARIO VASCO, 28/2/12
La coalición responde a las críticas de la mayoría de los partidos y pide «planteamientos políticos que busquen soluciones integrales»
La izquierda abertzale respondió ayer a la llamada de la Iglesia vasca para una petición de perdón y a las críticas que ha recibido por reconocer su «insensibilidad» ante las víctimas de ETA señalando que «el perdón es un concepto que corresponde al terreno de la religión», mientras que la antigua Batasuna busca «planteamientos políticos que busquen soluciones integrales». Maribi Ugarteburu volvió a ejercer ayer de portavoz de la izquierda abertzale tras presentar el domingo el documento ‘Viento de solución’, donde se reconocía que la posición política de esta formación ha podido suponer una «humillación» a las víctimas de ETA, y afirmó que «en esa búsqueda de soluciones hay que dar una salida a todo el tema de las víctimas, pero no desde un discurso de relicario o de confesionario, sino desde términos estrictamente políticos».
El acto de la izquierda abertzale en el Kursaal provocó la desaprobación de la mayoría de los partidos, que echaron en falta una exigencia a ETA para su disolución definitiva y consideraron que la postura de la antigua Batasuna no era del todo «sincera». Ugarteburu replicó que tampoco esperaban «el beneplácito» ni las «felicitaciones» del resto de los partidos, sino que su mensaje se dirigía a la sociedad vasca, que «lo ha comprendido perfectamente», indicó.
La portavoz criticó que algunos partidos tenían su respuesta «escrita de antemano» y aseguró que hubo formaciones que «ni siquiera guardaron las formas», ya que, según dijo, el PSE opinó sobre el texto antes de que acabara el acto de presentación del Kursaal.
Ugarteburu afirmó que las críticas de PP y PSE al documento ‘Viento de solución’ corresponden al «discurso de la insuficiencia» y censuró que el PNV «vuelva a quedarse corto». En su opinión, «un análisis político serio requiere de una lectura detenida» del documento, que deseó que las víctimas acaben comprendiendo.
«Que no esperen aplausos»
Los partidos insistieron ayer en sus críticas ante el «nuevo paso» dado por la izquierda abertzale al considerarlo insuficiente. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, respondió a los dirigentes de la antigua Batasuna que «no esperen que nadie les aplauda como si fueran héroes, porque deben a la sociedad ese pronunciamiento y muchos más». «Que no pretendan engañar a la sociedad como si tuviera una deuda con ellos, cuando es el revés», afirmó.
Para Urkullu, el pronunciamiento del Kursaal constituye «un paso, pero no el que tienen que dar necesariamente tanto la izquierda abertzale como, fundamentalmente, ETA para reconocer el daño causado y pedir perdón».
Desde el PSE, su secretario de Coordinación de Áreas, Mikel Torres, pidió a la izquierda abertzale «palabras más claras y pasos más grandes». En su opinión, «no deben decir que han sido insensibles» con respecto a las víctimas de ETA, sino que «han sido cómplices».
Torres reconoció que «todos los pasos que se den, aunque sean pequeños, son positivos», aunque señaló que «la sociedad vasca les está pidiendo que den los pasos más grandes, pidan ya la disolución de ETA y condenen de una vez por todas todo el daño causado».
En el PP vasco fue su presidente en Gipuzkoa, Borja Sémper, quien valoró el pronunciamiento de la izquierda abertzale, que calificó de «gestito». A juicio de Sémper, ese documento «puede sonar a buena noticia a alguien de fuera» que no conozca la realidad vasca de los últimos treinta años, pero dijo sentirse dolido por ese «discurso tan controlado» y «tan poco sentido».
El dirigente popular dudó de la sinceridad de «quienes hasta hace dos días gritaban ‘ETA mátalos’» y que ahora pretenden «pasar la página con un gestito» y que la sociedad vasca les crea.
El parlamentario vasco de EA, Juanjo Agirrezabala, fue de los pocos que valoró el paso dado por la izquierda abertzale, sensibilidad con la que su partido comparte las coaliciones Bildu y Amaiur. Agirrezabala lamentó que PSE y PP hayan juzgado insuficiente la declaración del domingo y resaltó que «ojalá» esos partidos dijeran «lo mismo» que la izquierda abertzale con respecto a las víctimas de abusos policiales y de torturas.
El parlamentario vasco de UPyD, Gorka Maneiro, denunció el «cinismo» de la izquierda abertzale, a cuyos dirigentes invitó a que «si tanto lo sienten, que pidan la disolución incondicional de la banda y la condena justa de los criminales, no su amnistía».
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, por su parte aseguró que no habrá «ningún tipo de satisfacción intermedia» por nada que no suponga la desaparición de ETA. Gallardón señaló que el Ejecutivo no va a entrar en una «perversión del lenguaje» que lleve a los demócratas a un encuentro en «puntos intermedios» porque «el único punto y destino final debe ser la disolución de ETA».
DIARIO VASCO, 28/2/12