DIARIO VASCO, 18/1/12
Dice que quemar contenedores está «fuera de lugar» y es incompatible con su estrategia. Endosa a los gobiernos español y francés parte de la responsabilidad del ataque de Bilbao por su «actitud represiva»
El rebrote de kale borroka en Bilbao enrareció ayer el ambiente político vasco y el camino abierto hacia la paz tras el cese definitivo de ETA. Por ello, la izquierda abertzale quiso zanjar de raíz el asunto con un comunicado en el que considera «fuera de lugar» la quema de contenedores perpetrada el lunes por la noche por una veintena de encapuchados, tras una manifestación contra las últimas detenciones. «Sucesos como los del barrio de Rekalde, además de ser incompatibles con la estrategia de la izquierda abertzale, no hacen sino fortalecer la posición inmovilista de los Estados», resumió en un comunicado. Bildu de la capital vizcaína se unió a este rechazo desmarcándose de lo ocurrido porque «está lejos» de su estrategia.
El mundo de la antigua Batasuna observa con preocupación cualquier episodio violento que perturbe su apuesta por vías pacíficas y políticas. Y el de Bilbao era el segundo incidente en apenas 24 horas, ya que el sábado por la noche, en Vitoria, un ertzaina resultó herido tras una protesta por la detención para cumplir condena por kale borroka de Ekaitz Samaniego, un joven de la organización juvenil ilegalizada Segi. Por ello, la formación independentista se apresuró ayer a lanzar un mensaje en clave interna para atajar cualquier rebrote de kale borroka, como ya hizo en verano de 2010, cuando resurgió la violencia callejera en las fiestas vascas, en vísperas del anuncio por ETA de la tregua.
Equiparación
No obstante, la formación independentista también quiso endosar a los gobiernos español y francés su cuota de responsabilidad en los últimos incidentes. Así equiparó el ataque violento de Bilbao con «la actitud represiva» de los ejecutivos, que también «está fuera de lugar».
Tampoco condenó explícitamente el acto de kale borroka como le exigieron PSE-EE y PP. El comunicado de la izquierda abertzale lamenta que, «en este nuevo tiempo político» sin violencia de ETA, la respuesta de Madrid y París siga siendo «más represión y más bloqueo». En ello enmarcan las últimas detenciones en Francia de tres presuntos miembros de ETA, el arresto de Samaniego o condenas de «marcado carácter político» como la dictada el lunes contra seis jóvenes de Oarsoaldea.
En este contexto, la izquierda abertzale señala que «es plenamente consciente de que los Estados sólo modificarán su estrategia represiva y su actual voluntad de prolongación del bloqueo en la medida que la mayoría social y política vasca siga siendo capaz de hacer frente al inmovilismo».
La ilegalizada coalición reivindica que el Gobierno del PP se implique en un proceso de paz y flexibilice la política penitenciaria en un proceso paralelo al desarme de ETA, lo que implicaría en la práctica la disolución de la organización.
En la misma línea, el grupo municipal de Bildu en Bilbao se desmarcó de los actos de violencia callejera, reafirmando su apuesta «por los métodos democráticos y pacíficos para resolver las cuestiones políticas». No obstante, Bildu criticó la existencia de «un interés político en magnificar lo sucedido», subrayando que «queremos creer que es un hecho aislado».
La Ertzaintza sigue investigando el incidente y ha identificado a un total de ocho personas por los actos de kale borroka, según el departamento vasco de Interior. El consejero Ares, el Gobierno Vasco y los partidos condenaron los hechos y emplazaron al mundo de Batasuna a ser más contundente.
El socialista Rodolfo Ares expresó su confianza en que estos incidentes sean un «episodio aislado de kale borroka», aunque dijo que «deberían haber provocado una reacción inmediata y contundente de rechazo por parte de quienes han dicho estar en contra de todas las expresiones de violencia». Sobre todo, añadió, cuando «ha quedado constatado en numerosas ocasiones que cuando los responsables de los radicales abertzales no quieren, no se produce ningún tipo de incidente».
El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, confió en que este último episodio violento sea solo «rescoldos de una hoguera que ya se ha apagado definitivamente». Pastor cree que «el amago de kale borroka» que se produjo en Rekalde son «coletazos, restos que quedan todavía de muchos años de tradición violenta en las calles de Euskadi, como lo son también las tres detenciones producidas en Francia de un supuesto comando de ETA».
«Contra Gernika»
Por el PNV, fue el consejero delegado del Ayuntamiento de Bilbao, Andoni Aldekoa, quien condenó la quema de contenedores. La mano derecha del alcalde Azkuna aseguró que es «inaceptable» lo ocurrido, que no se quiere «volver a estrategias del pasado» y que «los que persisten en la violencia y están dispuestos a seguir utilizándola» deben sufrir «un total aislamiento político» y sentirse «rechazados».
El PP, por boca de su portavoz en Bilbao, Cristina Ruiz, cree estos actos violentos dejan «en mal lugar a Bildu». «Son hechos graves que demuestran que el mundo de ETA no ha renunciado totalmente al terrorismo», advirtió. Ruiz cree que lo ocurrido «no ayuda al nuevo tiempo de esperanza».
Aralar, socio de la izquierda aber-tzale en Amaiur, reprobó los incidentes de Rekalde y denunció que «quemar contenedores y cruzarlos está en contra de la línea de trabajo que marca la hoja de ruta del Acuerdo de Gernika», documento que sirve al mundo de Batasuna de referencia en su camino en el nuevo escenario.
DIARIO VASCO, 18/1/12