DIARIO VASCO, 27/12/11
El último encuentro reunió hace dos semanas a varias decenas de dirigentes
La izquierda abertzale ha celebrado recientemente una asamblea interna, en la que reunió a varias decenas de dirigentes, para hacer balance del trabajo realizado y comenzar a dibujar la estrategia en el nuevo tiempo abierto sin violencia de ETA, según fuentes de distinto signo consultadas por este periódico. Es la segunda cita de este tipo que realiza en los últimos dos meses y evidencia la voluntad del sector independentista de abordar de forma organizada el escenario sin atentados.
La asamblea, que no tuvo ningún tipo de publicidad debido a la situación de ilegalización en que se mantiene la formación independentista, tuvo lugar hace dos semanas en una localidad de la Comunidad Autónoma Vasca. Abordó varios aspectos relacionados con la pacificación y normalización, desde el reciente documento de reconocimiento del dolor causado a las víctimas de ETA y a los afectados por la violencia del Estado, hasta las futuras elecciones autonómicas vascas de 2013, a las que la izquierda abertzale aspira a participar ya con Sortu legalizada. No obstante, fuentes de la formación independentista consultadas circunscriben la asamblea a una reunión «ordinaria» dentro de la «dinámica política interna» de ese sector político.
Sobre la mesa estuvieron distintas cuestiones que están marcando la actuación de la izquierda abertzale, que se ha fijado como prioridad para los primeros meses de 2012 la reivindicación de medidas a favor de los presos y la legalización de Sortu. En todo caso, desde la formación independentista insisten en que lo tratado en esa reunión se encuadra en un análisis general y de la nueva coyuntura, marcada por la llegada del PP al Gobierno español.
En cualquier caso, 2012 es un año de muchos retos para el mundo de Batasuna. La primera cita es la multitudinaria manifestación del 7 de enero en Bilbao, que los organizadores prevén que sea una de las mayores de la historia. La movilización servirá para exponer al nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy la necesidad de cambios en política penitenciaria. La marcha está siendo preparada con mimo por el colectivo Egin Dezagun Bidea y los familiares de reclusos.
Retos
Otro gran reto para el inicio del 2012 es la legalización del nuevo partido de la izquierda abertzale. Los dirigentes independentistas están a la espera de la resolución de los tribunales, aunque creen que las decisiones se demorarán todavía varios meses. Sortu es la marca con la que pretenden concurrir a los elecciones autonómicas, de la mano de otras formaciones soberanistas como Eusko Alkartasuna, Aralar o Alternatiba.
La izquierda abertzale tiene sus propios cálculos y maneja la fecha de otoño del próximo año como escenario más realista para unos comicios al Parlamento Vasco. El lehendakari ha descartado el adelanto inmediato y quiere agotar la legislatura en marzo de 2013. Pero lo cierto es que a finales de 2012 estará todo el pescado vendido en el Legislativo autonómico. En ese contexto, y recordando que es una «cámara en la que no está representado el sector independentista», el mundo de Batasuna prevé un ligero adelanto para noviembre.
Otros objetivos que la izquierda abertzale quiere desarrollar son el progresivo acercamiento a las víctimas de la violencia. Tras el paso dado el día 17, en lo que constituyó su primera declaración solemne y expresa hacia las víctimas de ETA, el partido independentista quiere implicar a las demás formaciones en este debate. Considera que su documento, en el que pedía igualdad de trato para los damnificados por abusos policiales, además de por la violencia de los GAL o grupos de ultraderecha, es un «espejo» en el que el resto de fuerzas puede mirarse.
En este sentido, la izquierda abertzale está dispuesta a avanzar cualitativamente en el reconocimiento del daño causado por ETA y la reparación de sus víctimas, pero considera que los demás grupos e instituciones deben hacer lo propio con otros damnificados. Es aquí donde se enmarca su petición de que a cada víctima «se le debe el conocimiento de la verdad», como base para intentar construir «un relato lo más compartido posible». Otro pasaje de la declaración, leída en el marco del Acuerdo de Gernika junto a EA, Aralar y Alternatiba, habla de que «la consecución de una sociedad justa y en paz constituirá el testimonio verdadero para la memoria de todas las víctimas de todas las violencias».
Normalizar relaciones
Otro reto del mundo de Batasuna es normalizar los canales de diálogo con el resto de partidos. De hecho, la izquierda abertzale está ya formalmente trabajando en este aspecto. El PP es el mayor escollo, ya que se niega a cualquier encuentro con ellos en tanto en cuanto los jueces no les devuelvan al marco legal.
Con los socialistas, el deshielo se va produciendo. En los meses previos a la tregua, ya se celebró un encuentro de carácter secreto, pese a los desmentidos de ambas partes, y ahora la relación se están empezando a encauzar a través de las instituciones. El lehendakari recibió al dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria en el marco de la ronda de contactos con Bildu. Paralelamente, los socialistas en Gipuzkoa están llegando a acuerdos fiscales con el diputado general, Martin Garitano. Dentro del PSE-EE están ya apareciendo voces que reclaman la apertura de una interlocución oficial de los socialistas vascos con la formación independentista. Por el contrario, la relación de la ilegalizada formación con el PNV está normalizada.
La izquierda abertzale también se está conduciendo en el pragmatismo en el nuevo tiempo. El ejemplo es su vuelta, quince años después, al Congreso en Madrid, para reclamar «los derechos como nación de Euskal Herria». Su portavoz Iñaki Antigüedad tendió la mano a Rajoy pese al desplante que el presidente hizo a Amaiur y la negativa del PP a concederle grupo parlamentario propio. Días antes, su diputado Xabier Mikel Errekondo se empleó a fondo para dar una imagen de normalidad institucional tras ser recibido por el rey, en otra fotografía histórica.
DIARIO VASCO, 27/12/11