EL CORREO 04/12/12
Una nutrida representación institucional arropa a la familia del industrial asesinado por ETA en 2008.
AZPEITIA. El empresario azpeitiarra Inaxio Uria volvió a ser recordado ayer, en el cuarto aniversario de su asesinato a manos de ETA, por varios centenares de familiares, amigos y compañeros de trabajo que se niegan a que su memoria caiga en el olvido. El acto celebrado junto al monolito que se erige en el lugar donde fue tiroteado el 3 de diciembre de 2008, a la entrada de un restaurante cercano a la basílica de Loyola, contó también con la presencia de una amplia representación política, aunque no acudieron dirigentes de la izquierda aber-tzale. El pasado viernes, la familia Uria emitió un comunicado en el que invitaba a acudir al homenaje a «todos aquellos que, como nosotros, condenan todos los asesinatos de la banda terrorista».
Sí acudieron representantes de las coaliciones EH Bildu y Amaiur, pero todos eran cargos o dirigentes de EA, por lo que su presencia no representa una novedad, ya que esta formación siempre ha participado en los actos de recuerdo a víctimas de ETA. Tras el homenaje, el secretario general de EA, Peio Urizar, y sus compañeros de partido Ikerne Badiola –diputada foral de Cultura y Deporte– y Rafael Larreina –diputado en el Congreso– saludaron personalmente a familiares de Uria como su hermano Joxe Mari y su hija María.
El homenaje estuvo encabezado por los cinco hijos, los hermanos, los nietos y los sobrinos del industrial asesinado, mientras que en una segunda línea se colocó una amplia representación institucional y de partidos como el PNV, PSE, PP y UPyD. Alrededor se situaron cientos de amigos y compañeros de trabajo de Uria, incluyendo a representantes de la patronal vasca y guipuzcoana. Manoli Aramendi, viuda del empresario, no acudió a la concentración porque, según fuentes cercanas a la familia, «se pone muy triste» en estas fechas, aunque sí asistió a la misa que los allegados celebraron a mediodía –una hora antes del homenaje– en la basílica de Loyola.
Entre los representantes institucionales, destacó la presencia de la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria (PNV), y la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola (EA). El Gobierno vasco en funciones estuvo representado por los consejeros Idoia Mendia e Iñaki Arriola, así como por el viceconsejero Miguel Buen. Otros representantes políticos fueron los dirigentes guipuzcoanos del PNV Joseba Egibar y Markel Olano, los socialistas Rodolfo Ares y Odón Elorza, los miembros del PP de Gipuzkoa Juan Carlos Cano, Ramón Gómez e Iñigo Manrique, así como el parlamentario de UPyD Gorka Maneiro. También acudió la exparlamentaria vasca de Aralar Aintzane Ezenarro.
Como representantes de la patronal, estuvieron el presidente de Adegi, Peio Guibelalde, y su secretario general, José Miguel Ayerza, y el consejero delegado de Elkargi, Jesús Alberdi. Asimismo, Marian Romero, viuda de Isaías Carrasco, exconcejal socialista de Mondragon asesinado por ETA unos meses antes que Uria, también arropó a la familia en el aniversario del último asesinado por ETA en Gipuzkoa.
Los allegados leyeron un comunicado en el que aseguran que «no se puede admitir que un partido político que tenga la legitimidad de representar a una parte de la ciudadanía no condene los asesinatos de una banda terrorista», por lo que «no nos vale el sentimiento de pena, el reconocimiento del daño causado, si luego no se condena y castiga a los asesinos».
EL CORREO 04/12/12