EL MUNDO – 07/10/14
· Brugué, propuesto por ICV, cree que el 9-N carece de «garantías democráticas»
La renuncia voluntaria de un miembro de la junta electoral que controlará la consulta del 9 de noviembre al opinar que ésta no guarda «las garantías democráticas necesarias» dañó ayer la credibilidad de uno de los órganos cuya puesta en marcha –tras su aprobación el pasado jueves por el president de la Generalitat, Artur Mas– ha elevado el nivel de tensión al desafiar el Govern la suspensión del 9-N del Constitucional.
La renuncia del experto jurista Joaquim Brugué, quien el sábado ya no acudió a la primera reunión de la Comisión de Control de la consulta –tal y como se conoce técnicamente al órgano escogido en el Parlament de Cataluña–, amplió ayer las explicaciones sobre su decisión y sostuvo que en el momento en que el Tribunal Constitucional (TC) suspendió tanto la consulta como la ley que la ampara «hubiera sido el momento de decir ‘esto hay que pararlo y replantearlo’». Brugué, quien el domingo anunció su renuncia en su cuenta de la red social Twitter, fue ayer objetivo de fuertes críticas por parte de internautas favorables a la consulta soberanista; una situación que él mismo tachó de «linchamiento twittero» antes de insistir en que, «aunque puedo estar equivocado, tengo la conciencia tranquila».
La renuncia de Brugué, catedrático de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona (Uab) y propuesto para la junta electoral por el grupo parlamentario de ICV, no detendrá sin embargo las funciones de la Comisión de Control. Según explicaron ayer fuentes del Parlament, el organismo puede seguir trabajando con normalidad aunque haya perdido a uno de sus siete miembros. De hecho, otro de los expertos nombrados para formar parte del organismo, el abogado Benet Salellas –propuesto por la CUP–, aseguró ayer que la reunión de la junta electoral se celebró pese al veto del TC sobre la consulta, porque «hemos intentado no frenar nada y que el proceso no quedara parado por cuestiones jurídico-formales».
Está previsto, además, que en los próximos días Brugués sea sustituido por otro experto propuesto por ICV, aunque un portavoz del partido ecosocialista aseguró ayer que todavía no cuentan con ninguna alternativa sobre la mesa. El calendario parlamentario catalán hará, eso sí, que el nombramiento pueda retrasarse una semana más o incluso prolongarse hasta el 29 de octubre, a apenas una semana de la celebración de la consulta soberanista. La propuesta de un nuevo experto únicamente puede incluirse en el orden del día del Pleno del Parlament –el primero de ellos previsto para mañana– y con el apoyo de las cuatro formaciones favorables a la consulta. Al cierre de esta edición, Brugués todavía no había comunicado al president de la Generalitat su renuncia y ésta tampoco había sido trasladada al Parlament de Cataluña por lo que, técnicamente, ayer aún seguía siendo miembro de la junta electoral creada con nombres propuestos por todas las fuerzas proconsulta: CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.
La salida del experto jurista fue recibida ayer con templanza por parte del Govern. Su portavoz, Francesc Homs, se limitó a mostrar «respeto» por su decisión y defendió que, pese a las dudas legales sobre su mera existencia, la Comisión de Control del 9-N celebrara el fin de semana su primera reunión. «Sólo faltaría que seis personas no puedan reunirse en los tiempos que corren», dijo en una entrevista en Rac1.
El mismo tono comprensivo con Brugué mostró ICV, el partido que lo propuso para el organismo electoral. Según explicó el secretario general de los ecosocialistas, Josep Vendrell, el partido «respeta» la decisión del catedrático, aunque descartó que compartan la misma opinión sobre las bases democráticas de la consulta. Según especificó, debe separarse «el criterio de una persona y el posicionamiento político de ICV».
El PSC, por su parte, asumió como propios los argumentos esgrimidos por el catedrático dimisionario. Según la portavoz de los socialistas, Esther Niubó, el partido «comparte» el punto de vista de Burgué al considerar «imposible» que la consulta soberanista llegue a celebrarse «con plenas garantías». Según el PSC, el proceso se está llevando «con falta de transparencia, en silencio y con opacidad», y criticó «el hermetismo de los partidos que apoyan la consulta del 9-N, una actitud impropia de un país normal».
‘Linchado’ en Twitter
> Joaquim Brugué aseguró ayer en Twitter haber sido víctima de un «linchamiento» en la red social tras su renuncia. El catedrático dijo irse, sin embargo, «con la conciencia tranquila».
EL MUNDO – 07/10/14