EL CORREO, 8/9/11
El tribunal de Londres que estudia la demanda de extradición de Eneko Gojeaskoetxea, imputado por la Audiencia Nacional por asesinato, pertenencia a ETA y varios delitos de terrorismo que incluyen un intento de matar al rey, ha reservado tres días en diciembre para el caso. Un juicio tan largo confirma la variedad de argumentos que presentará su defensa.
Gojeaskoetxea, detenido en julio en Cambridge, donde vivía con su mujer y sus dos hijos, fue identificado como el asesino del ertzaina Txema Aguirre, que interceptó el intento de colocar junto al museo Guggenheim de Bilbao días antes de su inauguración, en octubre de 1997, unas jardineras con explosivos.
Problemas burocráticos para el traslado de Gojeaskoetxea desde la prisión de Belmarsh al tribunal impidieron que se le presentara ayer una nueva orden europea de arresto, de la que será acusado el 4 de octubre y que se sumará a las siete ya dictadas por la Audiencia. La breve vista sirvió para que las partes acordasen el calendario del proceso judicial y para que la defensa expusiera algunos de los puntos en los que está trabajando para defender al etarra de más rango detenido en Reino Unido.
Precedentes
Uno de los puntos se basa en que las pruebas contra Gojeaskoetxea enumeradas por la Audiencia son declaraciones de su primo, Kepa Arronategui, detenido tras el frustrado atentado en Bilbao. Un testimonio que no está acompañado de pruebas objetivas no es suficiente para sustentar una condena en España, dicen sus abogados, por lo que debería ser puesto en libertad provisional.
La defensa expondrá además los precedentes de Iñigo Makazaga y de Zigor Ruiz, enviados por Londres a Madrid, para intentar mostrar que la Audiencia ha incumplido el principio de que un extraditado no puede ser juzgado más que por los delitos por los que fue entregado. Los abogados advierten del riesgo de que se repita en este caso.
Otro argumento será que la orden de arresto sobre el atentado frustrado en el Guggenheim imputa a Gojeaskoetxea un intento de asesinato del rey, cuando su primo, detenido aquel día, fue condenado por un delito menor de conspiración. La petición quedaría anulada por no describir con exactitud los cargos a los que se enfrentaría en España.
EL CORREO, 8/9/11