IGNACIO CAMACHO-ABC
- «La amnistía es puro surrealismo jurídico. Aquí se hacen las leyes para desautorizar a los jueces que las cumplimos»
«Yo lo único que pido ya es que la amnistía, si se acaba haciendo, cubra también a Marchena y sus colegas de Sala que dictaron la sentencia del ‘procès’. Porque si la condena fue injusta o desproporcionada, como dice el dictamen que ha encargado Yolanda Díaz, sus autores habrían cometido delito de prevaricación, ¿no? Y según esa lógica habría que perdonarlos… o procesarlos. Mira, esto ya sólo se puede abordar desde el absurdo. El esperpento, el surrealismo, los espejos deformantes del Callejón del Gato. Ya me dirás si no es de cachondeo que el Gobierno esté negociando con los insurrectos para amnistiar también a los policías que trataron de impedir el referéndum ilegal a palos. El disparate al cuadrado».
Habla un magistrado. De los altos, con plaza en un tribunal que revisa apelaciones y pone sentencias. Sin afiliar a ninguna asociación judicial «porque casi todas actúan como correlatos de partidos o de bandos, como comprendió Gallardón cuando era ministro. Por eso, entre otras cosas, renunció a la reforma del método de elección del CGJP. Tenía razón pero si la hubiera llevado adelante, con todos sus defectos, no estaríamos en la situación de ahora. Que es jodida pero más lo va a ser si sale la investidura y Sánchez vuelve a poner sobre la mesa la renovación del Consejo con la amenaza de hacerla por mayoría en el Congreso, que Cándido le ha servido en bandeja. Ésa es otra anomalía, el Constitucional metido a legislador y respondiendo a preguntas que nadie ha formulado. ¿O sí?»
«Habrá que ver qué hace el PP en esa tesitura. Lo sensato sería pactar para proponer diez vocales cada uno y una presidencia ‘progresista’ –por entendernos, aunque me cuesta normalizar esas etiquetas–, porque en algún momento habrá que acabar con el bloqueo que nos tiene colapsados y cubrir todas las vacantes pendientes, pero es posible que se niegue y vaya al choque, como apuntaba ayer tu colega Fernández Miranda. Lo podría entender. Eso significa amarrarse a Reynders, el comisario europeo, y llevar el conflicto a Bruselas, es decir, eternizarlo. ¿Que si Reynders es fiable? No sé, se me escapa eso, pero de Von der Leyen se puede esperar cualquier cosa porque necesita a Sánchez para ser reelegida en 2024. ¿Te das cuenta de que todo acaba al final en el mercadeo político?»
«Es verdad que siempre ha sido más o menos así, pero esto es muy descarnado. Una cosa es anclar la justicia en la soberanía nacional y otra tomarla por asalto. Claro que con la amnistía es la propia soberanía nacional, además del Estado de Derecho, lo que se va a tomar por saco. Nosotros no contamos. Hombre, supongo que el Supremo planteará cuestión de constitucionalidad, y ya sabes cómo acabará eso en manos de Pumpido. El gran problema es que todo el mundo le ha perdido el respeto a la ley menos los jueces, que encima nos llevamos los palos por ser los únicos que la cumplimos…».