EL CORREO, 1/9/11
Un tribunal de París lee los nombres de los cinco diplomáticos cuyas tarjetas llevaba en 2007 el negociador etarra Jon Iurrebaso
La Justicia francesa desveló ayer la identidad de los diplomáticos noruegos y suizos que supuestamente mediaron en el diálogo entablado entre el Gobierno español y ETA al amparo de la tregua declarada en marzo de 2006. La revelación se produjo en el inicio del proceso en París al autoproclamado negociador Jon Iurrebaso, que es juzgado junto a otros cinco presuntos responsables del aparato político durante aquellas conversaciones.
Iurrebaso fue detenido en compañía de su adjunto, Kepa Suárez, el 29 de marzo de 2007 en Périgueux (Dordoña) tras saltarse un control móvil de Aduanas. Entre sus pertenencias personales, la Policía gala se incautó de cinco tarjetas de visita profesionales de otros tantos diplomáticos de Noruega y Suiza, países que desempeñaron un papel relevante en el frustrado proceso de paz. Los nombres, rango y cargos -que hasta ahora no habían transcendido- fueron leídos ayer en audiencia pública por la jueza Jacqueline Rebeyrotte, presidenta del Tribunal Correccional de París.
Se trata del embajador Thomas Greminger, jefe de la división política del departamento federal suizo de Asuntos Exteriores; de C. Andrew Marshall, representante del Centro para el Diálogo Humanitario en Ginebra; del embajador Wegger Chr. Strommen, representante permanente de Noruega ante la oficina de las Naciones Unidas; de Johan Vibe, consejero para los refugiados ante la sección de asuntos humanitarios del Ministerio noruego de Exteriores; y de Tore Hattrem, adjunto al director general para los asuntos de refugiados ante el departamento ‘Paz y Reconciliación’ del Ministerio noruego de Exteriores.
Tras el atentado de Barajas
Iurrebaso confirmó a la jueza Rebeyrotte sus declaraciones sumariales en las que aseguró que formaba parte de la delegación oficial de ETA en la ‘mesa de negociaciones’ con el Gobierno español. A la jueza instructora, Laurence Le Vert, le había dicho que las conversaciones con los emisarios de José Luis Rodríguez Zapatero continuaron tras el atentado a finales de 2006 contra el aeropuerto de Barajas.
También le manifestó que había recibido la garantía de libre circulación por Francia y España con el compromiso de liberación inmediata en caso de detención fortuita, avalado por Madrid con el acuerdo de París. A modo de salvoconducto, llevaba anotados dos números telefónicos de las direcciones generales de la Policía de ambos países a los que insistió que se llamara al ser detenido sin que, a la vista está, sus peticiones surtieran efecto.
Los otros cuatro ocupantes del banquillo de los acusados asumieron su militancia en ETA. Igor Suberbiola, otro supuesto interlocutor en las negociaciones, declaró que, «aunque el Gobierno se empeña en dinámicas represivas, está perdiendo la batalla política pues cada vez es mayor la apuesta de diversos sectores sociales por la independencia». Jon Salaberria, quien fue diputado en el Parlamento vasco, planteó que la solución «debe ser política y dialogada pero no represiva».
Aitor Elizaran, presunto jefe del aparato político cuando fue detenido en Bretaña en octubre de 2009, protestó por la suplantación del apellido de su madre (Aguilar) con el segundo de su padre (Sarasola) en el sumario «por la supremacía sexual y machista» del código civil francés.
En el proceso es juzgada en rebeldía Iratxe Sorzabal, teórica sustituta de Elizaran Aguilar en el comité ejecutivo ‘Zuba’ y contra la que Le Vert dictó por esta causa una orden de busca y captura el pasado 27 de enero.
EL CORREO, 1/9/11