EL CORREO 23/11/12
El tribunal de París no tuvo en cuenta el contexto de fin de la violencia invocado por los dos exjefes de ETA.
PARÍS. La Justicia francesa ratificó ayer en apelación las condenas a 20 años de prisión impuestas a finales de 2010 en primera instancia a Mikel Albisu, ‘Antza’, y Marixol Iparragirre, ‘Anboto’, como jefes político y financiero, respectivamente, de ETA cuando fueron detenidos el otoño de 2004 en una granja bearnesa. El Tribunal Especial de lo Criminal de París no tuvo en cuenta el nuevo contexto abierto por el fin de la violencia invocado por los acusados, que habían recurrido la primera sentencia.
Al cabo de más de cinco horas de deliberación a puerta cerrada, el juez Pascal Lemoine leyó un veredicto que, al igual que el de hace dos años, estipula el cumplimiento íntegro de dos tercios de la pena antes de acceder a beneficios penitenciarios. Los acusados cantaron puño en alto el ‘Eusko gudariak’ y dieron vivas a la libertad del País Vasco y a ETA.
Antes de que el tribunal se retirara por la tarde a deliberar, Iparragirre y Albisu habían aprovechado el derecho al último turno de palabra para dar lectura a sendos textos reivindicativos. «Pedimos la amnistía y la liberación de todos los presos políticos vascos», dijo ‘Anboto’, tras matizar que «ETA jamás ha tenido voluntad de ser una organización terrorista» ya que «nunca ha atacado voluntariamente a la población civil».
Por su parte, ‘Antza’ enfatizó la decisión «transcendental» del abandono de la lucha armada, que «no fue fácil pues las condiciones del debate interno no fueron las mejores». No obstante, apuntó que «los militantes de ETA siguen teniendo el mismo objetivo: la creación de un Estado independiente socialista vasco».
«Dos no pelean si uno no quiere», observó antes de quejarse de que «no deja de alargarse la lista de actos represivos contra la resistencia vasca». «Seguimos manteniendo la convicción de que el final del conflicto está próximo. Pelearemos por ello con toda nuestra fuerza y energía», aseguró.
Antes de concluir su intervención con un «gora ETA», Albisu resaltó que «es hora de que todos pongan de su parte para avanzar hacia la paz, que es más difícil de obtener que la guerra». «Hay que aprovechar la ocasión de arreglar este pequeño conflicto y dar una gran esperanza al pueblo», finalizó.
Sabotaje o bienestar
Por la mañana, el abogado Jon Enparantza había advertido al tribunal de que su veredicto tendría consecuencias políticas. Planteó a la corte la disyuntiva de «seguir anclada en el pasado y optar por sabotear el proceso de paz o girarse hacia el futuro y contribuir al bienestar de los ciudadanos». «Pido una decisión de acuerdo a los tiempos presentes y futuros», dijo a los jueces tras invitarles a «abandonar la visión del conflicto en términos de represión y venganza».
El defensor subrayó que sus clientes han sido designados interlocutores oficiales por sus compañeros encarcelados y que el debate de los presos es central. «Hay que hablar. ETA está dispuesta a hacerlo», aseveró. También afirmó que «está viendo cómo deponer las armas con la comisión internacional de verificación, que ha constatado que su voluntad es real».
Enparantza tildó de «venganza» la petición de penas del fiscal cuyo discurso le pareció «políticamente reaccionario y anclado en una época de enfrentamiento y sufrimientos». «Los estados español y francés no han cambiado. Visiblemente quieren continuar como antes», opinó.
EL CORREO 23/11/12