El Gobierno de Sánchez acostumbra a equivocarse haga lo que haga, opine de lo que opine. Ahí tenemos a la ministra de Defensa, Margarita Robles, una de las pocas que tiene estudios, aunque eso junto a Pedro Sánchez no sirve de nada. También tenía estudios otro fichaje que Sánchez hizo para ministro del Interior y que poco a poco va acercando al País Vasco a todos los terroristas desde otras cárceles de España. El caso más clamoroso es el de Iñaki Bilbao, que encadenó dos largas condenas por asesinato. Tras cumplir la primara quedó en libertad y acto seguido asesinó al concejal socialista Juan Priede, por lo que fue condenado a 45 años. ¿Y por qué lo acerca Marlasca? Muy arrepentido no parece a juzgar por las amenazas e insultos que ha vertido contra los magistrados que lo juzgaban: “Si te pillo te voy a matar” le dijo al juez Andreu. Llamó “fascista” a la juez Teresa Palacios y la amenazó: “tienes los días contados”. Al juez Alfonso Guevara le dedicó un insulto muy pintoresco: “Me cago en el kilómetro 105 de tus cuernos” y una amenaza más convencional “te voy a arrancar la piel a tiras”. Para Sánchez y Marlasca es carne de acercamiento, vivir para ver.
Margarita Robles, fue magistrada del Supremo durante 12 años, lo que no le impidió expresarse con esta soltura sobre la malversación para golpistas catalanes y corruptos de otros pagos: «la regulación del delito de malversación es muy desigual, porque no es lo mismo el corrupto que se lleva el dinero a su bolsillo que el que aquel que no se lo lleva». Doce años en el Supremo para esto. Lo del ‘dinero en el bolsillo’ es empecinarse mucho en las metáforas. Es más grave la corrupción que se hace para beneficiar al partido. El que mete la mano en la caja comete un delito personal y casi siempre intransferible. El que lo hace para fines supuestamente altruistas corrompe el sistema, incentiva al partido para ganar elecciones y se asegura un cargo y un sueldo. También cabría excluir de la malversación al dinero que los cómplices de Griñán repartieron con extrema liberalidad entre las putas sevillanas, al fin y al cabo eran ayudas para un sector bastante afectado por la crisis. Recuerden al sindicalista Juan Lanzas, que tampoco se llevaba el dinero al bolsillo. Se lo daba a su madre, 20.000 euros de vez en cuando. ¿Hay algo menos egoísta que mimar a una madre? La beneficiada afirmaba que “mi hijo tiene dinero p’ asar una vaca”. Hay que pedir responsabilidades a la vaca.
Y si así razonan los que tenían estudios, ¿qué esperar de las que venían analfabetas funcionales ya de casa? Pongamos que hablo de Irene Montero. Mira que se lo veníamos avisando los medios y juristas competentes, que la ley del ‘sólo sí es sí’, podría beneficiar a los culpables de abusos sexuales. Han pasado cinco semanas y ya tenemos las primeras sentencias que corroboran los avisos precautorios: La Audiencia de Madrid ha rebajado de 8 a 6 años la condena a un sujeto que abusó de su hijastra. Hay más casos: una reducción de condena de seis a cuatro años por una agresión sexual; otra que disminuye en dos años la pena por abusar de su sobrina de 4 años; y el caso de un profesor cuya condena ha pasado de casi siete años a un año y medio por abusar de cuatro alumnos menores. Madre, qué cuadrilla.