Iñaki Ezkerra, LA RAZÓN, 7/2/12
Las víctimas de ETA jamás han recibido de una forma individualizada ninguna reparación económica del Gobierno vasco ya que las ayudas que han salido de esa institución iban destinadas a las asociaciones en todo caso. Sin embargo, sí van a recibir ahora una ayuda de tipo nominal las que fueron víctimas de la represión policial entre 1968 y 1978, o sea antes de que entrara en vigor la Constitución española y de que viviéramos en democracia. Los primeros que quedan en evidencia ante esta iniciativa son los peneuvistas, que han gobernado durante tres décadas sin que les preocuparan esos terribles desmanes del franquismo y del postfranquismo. Los segundos que quedan como el culo son los propios socialistas, que gobernaron con el PNV durante una larga docena de años. ¿Por qué no se les ocurrió, en la época en que Jáuregui era vicelendakari de Ardanza, ayudar a todas las pobres víctimas de la represión policial no ya sólo del franquismo sino del mismísimo «GAL democrático» que había creado su propio partido? ¿Por qué lo hacen justo ahora?
La única explicación está en el continuismo zapateril de la desmemoria histórica que ignora la Ley de Amnistía de 1977 (Patxi aspira a convertirse en la rama político-militar de Garzón VI Asamblea) así como en la misma lógica que marca las patéticas tonterías de Eguiguren, o sea en el afán por congraciarse con el mundo de ETA, que va a ser presumiblemente el gran depositario de esas «indemnizaciones». Y es que, haciendo honor a la verdad, en aquellos años previos a la demolición del franquismo, los únicos que terminaban en la comisaría recibiendo palos, salvo alguna honrosa excepción, fueron los comunistas y los abertzales. El PNV estaba demasiado ocupado haciendo dinero en la empresa privada y los socialistas no habían regresado de las vacaciones.
Iñaki Ezkerra, LA RAZÓN, 7/2/12