Horas después del salvaje atentado de Manchester, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, se muestra indignado y furioso. Asegura que los ataques son la constatación de que «los terroristas están perdiendo en casa y por eso tratan de llevar el miedo a los europeos». Pide unidad, cooperación y fortaleza. «No me gusta la violencia, pero me gusta la fuerza», asegura. Pide que no cambie la vida ni los derechos de los ciudadanos, pero exige a los estados mucha más coordinación y cooperación a todos los niveles.
Pregunta.–Una vez más, fue un ataque contra una ciudad europea, en un concierto lleno de niños y jóvenes…
Respuesta.–Es horrible. Es una cosa increíble matar a niños. Es inconcebible que se pueda hacer algo con criaturas de cinco a 17 años, es una guerra.
P.–¿Una guerra?
R.–Es terrorismo, es una guerra.
P.–En las guerras cambian las normas que hay en los tiempos de paz.
R.–No podemos cambiar nuestra vida y nuestra forma de ser. Vamos a ganar, pero lo importante para lograrlo es que hace falta mucha más coordinación, toda la colaboración de los cuerpos de policía, de los servicios secretos, de Inteligencia, de los fiscales y de los jueces en la Unión Europea. Deben cooperar muchísimo más entre ellos.
P.–¿Qué se puede hacer?
R.–Tenemos Europol. Necesitaríamos también Inteligencia europea y quizás una capacidad europea para perseguir el terrorismo y juzgarlo, porque ellos no tienen fronteras. Vemos que hay muchos foreign fighters (luchadores extranjeros) que tratan de volver o que han llegado a los Balcanes y por eso hay que cooperar.
P.–¿Quiénes son ellos?
R.–Para ellos, los terroristas, es una guerra contra nosotros. Están perdiendo en Bagdad, en Mosul, en Siria y tratan de llevar al miedo a los europeos. No tienen ninguna posibilidad de ganar y por eso reaccionan así. Intentan usar a jóvenes, hacen propaganda por Twitter, Facebook y Youtube. Y por eso es importante tener bajo control las redes sociales donde explican cómo hacer una bomba o cómo atacar.
P.–¿Controlar las redes? ¿De qué manera? Hay regímenes autoritarios que usando razones de seguridad lo hacen.
R.–No, no, nada que pueda vulnerar la democracia. Únicamente contra los mensajes terroristas, la propaganda. Tenerlas bajo control, vigiladas e impedir esa propaganda.
P.–¿Le preocupa que el Brexit pueda tener efectos negativos precisamente en esa coordinación, que se pongan trabas?
R.–Creo que no, no va a ocurrir. Lo ha dicho la señora May. La cooperación en estos temas está fuera y por encima del Brexit. Luchar frente al terrorismo es más importante que todo. Esta guerra no es una cuestión burocrática o de relaciones o de dinero. Han matado a británicos, a europeos. No se puede poner condiciones políticas o debates vacíos.
P.–El Parlamento Europeo siempre estuvo más preocupado por las libertades y los derechos, especialmente en momentos difíciles, cuando algunas voces piden sacrificarlas en nombre de la seguridad.
R.–Sí, por eso es muy importante no cambiar las reglas y la vida de los ciudadanos. Las reglas, los derechos. Se puede ganar la guerra contra el terror con cooperación, sin sacrificar los derechos de los ciudadanos. Puede haber controles, más controles, claro, pero la libertad no puede perderse.
P.–Hay una línea muy fina.
R.–La libertad tuya acaba donde empieza la mía, es regla básica europea. Respetar los derechos, siempre, pero eso no es igual a ser débiles. No podemos perder la guerra, pero es importante no cambiar las leyes. A mí no me gusta la violencia, pero me gusta la fuerza.
P.–A pesar de que ha habido muchos atentados, todavía esa coordinación entre miembros de la UE no se da al nivel necesario.
R.–Nuestra respuesta a la amenaza debe ser global. Algunos ataques en Europa fueron perpetrados por terroristas locales, pero trabajar para asegurar las fronteras externas es crucial. Sólo mediante el fortalecimiento pleno de ellas podemos disfrutar de la libre circulación. El Parlamento aprobó nuevas normas para los controles fronterizos, para identificar mejor a los combatientes que regresan del extranjero. También estamos trabajando en un nuevo sistema de entradas y salidas para establecer controles de los nacionales de países no comunitarios que viajan a la UE.
P.–¿Cree que eso basta?
R.–No, eso no es suficiente. Es importante mejorar la cooperación y los intercambios de información entre las autoridades policiales nacionales, así como abordar la financiación del terrorismo y privarles de los medios para organizar ataques. En mayo de 2015 el Parlamento Europeo y el Consejo adoptaron nuevas normas para prevenir el blanqueo de capitales. La UE debe cooperar con sus socios internacionales para luchar contra el terrorismo.