Marta Bergaretxe cuenta en un vídeo el dolor que le provocó la desaparición de su hijo y lamenta que las madres de presos y víctimas no se «unan».
El Departamento de Educación del Gobierno vasco ha incluido un vídeo de la madre del ex dirigente de ETA Eduardo Moreno, alias Pertur, entre los testimonios de víctimas a los que tienen acceso los colegios vascos. Marta Bergaretxe explica en un corte de 3.45 minutos el sufrimiento que supuso para ella la desaparición de su hijo, probablemente asesinado por ETA o por grupos de extrema derecha.
Pertur, nacido en 1950, lideró la organización político-militar durante los últimos años de la dictadura. Desapareció en la comarca fronteriza de Irún-Hendaya en 1976. El caso, uno de los mayores enigmas de los agitados años de la Transición, fue reabierto en 2008 a petición de la familia. La última pista apunta a la posible autoría de neofascistas italianos.
Hasta la fecha, los testimonios escritos y audiovisuales que el Ejecutivo había puesto a disposición de profesores y alumnos a través del portal Eskola Bakegune eran de víctimas de ETA y de otras organizaciones como los GAL. Hace un mes, la consejera Isabel Celaá se comprometió a incorporar a las víctimas de abusos policiales. Con las reflexiones de Marta Bergaretxe, el Gobierno incluye la voz de una madre, que, pese a sus especiales circunstancias, supone un «evidente caso de vulneración de derechos humanos», según indican fuentes del Departamento, que ponen en valor también lo «interesante» de su testimonio.
El vídeo es un fragmento de un documental presentado por la Fundación Fernando Buesa en 2006 y en el que participaron otras cuatro madres de víctimas de ETA, como las de Joseba Pagazaurtundua y Gregorio Ordóñez. La propia Bergaretxe ha dado su respaldo a que su voz se escuche ahora en las aulas vascas.
«Soy Marta Bergaretxe, madre de Pertur, que desapareció un 23 de julio de 1976 y nunca más se ha sabido de él, no hemos tenido noticias», arranca el mensaje. «Creemos que lo hicieron desaparecer porque él quería cambiar la línea de ETA político-militar, hacer un partido político, dejar la lucha armada. (…) Y desde entonces no hemos sabido nada de él, ni siquiera qué han hecho con su cuerpo. No hemos podido enterrarle, no hemos tenido funerales, no hemos tenido nada», lamenta.
Bergaretxe expone que le «chocó» la actitud de las madres de los terroristas cuando ETA secuestró al «pobre» Miguel Ángel Blanco. Entonces la izquierda abertzale –a la que no cita– «pedía el acercamiento de los presos o una cosa de éstas». Le sorprendió que «muchas madres de los presos –que seguramente lo pensarían en su fuero interno muchas de ellas– no hicieron una declaración de que una vida humana era mucho más importante que acercar o no acercar a los presos».
La madre de Pertur entiende que haría falta «aprender a ponerse en el lugar del otro», porque «no se puede ver a los demás» casi como «enemigos». «Si somos todos iguales, en el fondo… Por lo menos las madres creo que sentimos lo mismo. No acabo de comprender que no nos unamos, que no tengamos los mismos sentimientos». «Todas somos mujeres y madres, y no creo que haya diferencia en ser madre vasca o madre de otro sitio, todos somos iguales».
Bergaretxe dice que ha intentado solidarizarse «con esa gente que se ha encontrado en una situación de sufrimiento». «Lo que no quita que algunas personas hayamos sentido ese saber que te miraban…», concluye sin terminar la frase.
El portal educativo ha incluido además otros dos testimonios protagonizados por Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jáuregui, y Amaia Guridi, viuda de Santiago Oleaga.
EL MUNDO, 8/4/2011