- La huida del ‘galgo de Paiporta’ tardó un par de días en ser reportada. Lo importante era el barro y las piedras que se había lanzado. No quién plantaba cara y quién salía corriendo. De esto la sincronizada no decía ni palabra. Finalmente, acabaron diciendo que eran ultraderechistas
Tras mostrar mi profundo pesar por todas las víctimas de la tragedia, hay dos reflexiones que me gustaría hacer en este primer aniversario del desastre de la dana. Especialmente de lo ocurrido en la Comunidad Valenciana.
Hubo fallos graves en las dos administraciones concernidas, la autonómica y la nacional. Hacer una competición a ver quién lo hizo peor, no sé si vale para mucho. Lo que sí sabemos es que, como es habitual, la izquierda, que todavía ocupa la Moncloa y alimenta al Equipo Nacional de Opinión Sincronizada, supo encontrar en la tragedia un arma de guerra. Todo se podía haber hecho mejor por parte de todos. Pero la Sincronizada decidió que no había más que un responsable: Carlos Mazón. Las responsabilidades de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se esfumaron y ni siquiera se molestó en comparecer por allí. No fuera a darse cuenta alguien en Bruselas de su incompetencia y frustrar así su candidatura a la Comisión Europea.
La sórdida desinformación de los medios habituales pronto intoxicó a los medios extranjeros. Yo estaba enviado en Estados Unidos por El Debate para cubrir las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Sobre las 9:30 de la mañana del 3 de noviembre bajaba por la Quinta Avenida para ir a Misa en la catedral de San Patricio cuando me saltó en el teléfono un urgente de la BBC que más o menos decía «Los Reyes de España atacados por una multitud en Valencia». Me quedé helado. La huida del ‘galgo de Paiporta’ tardó un par de días en ser reportada. Lo importante era el barro y las piedras que se habían lanzado. No quién plantaba cara y quién salía corriendo. De esto la Sincronizada no decía ni palabra. Finalmente, acabaron diciendo que eran ultraderechistas. En España debe haber muchos más ultraderechistas de los que creemos. Con todos los que dice el sanchismo que hay no se entiende por qué no parece probable que saquen mayoría absoluta en las próximas elecciones generales. O quizá sí.
Como toda obra de reconstrucción, las cosas podrían estar haciéndose mejor. No lo dudo. Pero sí hay algunos de los datos de la encuesta de Gad3 para ABC que me parecen muy relevantes. El PP sigue siendo la fuerza más votada y lo que pierde se lo lleva Vox. Y en el otro lado del espectro, el PSOE pierde en favor de Compromís. Símbolo inequívoco del sanchismo: la polarización. Pero hay otro dato muy revelador del sondeo: afirma que el 61 por ciento de los votantes valencianos del PP creen que Mazón debería dimitir. Es una cifra abrumadora. Yo no entro en discutirla, pero sí en preguntarme si esta no sería la puerta perfecta para devolver la vida política a Paco Camps.
Francisco Camps ha sido la víctima de la campaña de acoso y derribo más brutal perpetrada por el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada. El acoso salvaje que sufrió se tradujo en diez procesos judiciales. Ganó los diez. Algo sin precedentes en un Estado de derecho occidental. Y las causas por las que se persiguió a Camps eran basurilla irrelevante comparado con lo que hay encima de la mesa contra Mazón. Y queda mucho para demostrar si Mazón es inocente de todo. Pero ya está judicialmente probado que Camps lo era. Y su partido le obligó a dimitir cediendo ante la presión mediática. La misma que intenta contener ahora con Mazón siendo mucho más cuestionable su posición.
Presidente Núñez Feijóo, con todo respeto, ¿qué sentido de la justicia aplica usted en su actuación política? ¿Se le ocurre alguna operación más fácilmente justificable que la sustitución de Carlos Mazón por Francisco Camps para las próximas elecciones? Quien fue apartado del cargo ha salido impoluto y quien lo ocupa tiene un futuro color teléfono antiguo.
Parece de Justicia devolver a la candidatura a la Presidencia de la Generalitat a quien fue apartado de ella por las acusaciones del Equipo Nacional de Opinión Sincronizada que se han demostrado falsas. Verán como no ocurre.