EL CONFIDENCIAL 06/12/15
· Los votantes de la CUP respaldan abrumadoramente la negativa de su partido a investir al líder de CDC y ya son mayoría quienes reclaman adelantar los comicios para salir del atasco actual
El hartazgo de los catalanes por el actual bloqueo que soporta la Generalitat y la falta de un nuevo Gobierno más de dos meses después de las elecciones tiene su claro reflejo: la mitad de los entrevistados reclama la convocatoria de unas nuevas elecciones frente a un 26% que sigue requiriendo un pacto entre Junts pel Si (JxS) y la CUP. Otro 7% pide un pacto de JxS con cualquier otra formación y un 15% no sabe o no contesta.
Si entre los votantes nacionalistas la mayoría sigue abogando por un acuerdo de Gobierno (el 66% de quienes votaron a JxS y el 60% de los de la CUP), lo cierto es que ya hay aproximadamente un tercio de ellos que también pide el adelanto electoral para salir de esta situación de atasco. Entre los votantes no nacionalistas la petición de unos nuevos comicios se dispara hasta el 61%. Todas estas negociaciones hacen que para el 51% de los entrevistados, el acuerdo entre la CUP y JxS sea visto como negativo para Cataluña.
Mas, perfectamente prescindible
¿Y cómo sale la figura de Artur Mas en todo este dibujo poselectoral? Pues el actual ‘president’ es visto como una figura perfectamente prescindible por la mayoría de sus propios votantes. Según el sondeo de DYM, entre el 26% de los entrevistados que insiste en su preferencia por un acuerdo de JxS y la CUP, a la gran mayoría (63%) le es indiferente si Mas es o no el presidente y un 14%, incluso, exige que el pacto sólo se lleve a cabo “si Artur Mas no es el presidente”. Apenas un 22% de los que quieren el pacto lo condicionan a que el actual inquilino de la Generalitat repita en el cargo.
Entre los votantes de la CUP, el rechazo a la figura de Mas como presidente es casi unánime: un 54% sólo defiende el pacto si Mas no es el candidato y otro 28% antepone el acuerdo a quién sea presidente.
El respaldo a las posturas de los dirigentes de la CUP, que insisten en no investir a Mas pese a las numerosas concesiones de JxS y las diferentes ofertas para conseguir su apoyo, se visualiza aún mejor cuando se pregunta a los votantes si se sienten defraudados por lo que han hecho los partidos a los que votaron el 27-S: más de dos meses de tiras y aflojas después, el 86% de quienes dieron su apoyo a la CUP respalda “mucho o bastante” lo que están haciendo sus dirigentes, negando el pan y la sal a Artur Mas. Un índice que baja al 63% entre los votantes de Junts pel Si.
Con este panorama y el respaldo de sus votantes despuntando en los sondeos, la posibilidad de que la CUP ceda y llegue a un acuerdo se aleja a la misma velocidad que se acercan unas elecciones anticipadas. Eso, si antes JxS no decide sacrificar a Mas, al que los sondeos ven ya como un estorbo entre buena parte de las filas soberanistas.