JULIÁN QUIRÓS-ABC
- Estamos ante un regate político original que objetivamente ha acabado convertido en una mala idea para los intereses de sus promotores
Ya estamos en la antesala de la moción de censura de Tamames, que no de Vox. El partido de Abascal empezó invitando a don Ramón a liderar su iniciativa y lo que estamos viendo es que el viejo catedrático, bregado en cien batallas, se ha apropiado del regalo y al donante se le ha puesto cara de circunstancias. Es muy posible que Tamames aborde cuestiones relevantes en su intervención, pero también resulta probable que algunas de esas manifestaciones sean mejor acogidas en el PP, en Ciudadanos y hasta en una parte del PSOE antes que por las bases de Vox.
Estamos ante un regate político original que objetivamente ha acabado convertido en una mala idea para los intereses de sus promotores. Nos dirán que lo importante es el servicio a España, bien, pero a costa de perder el control de una operación de desenlace incierto. Quizá no le sirva a Sánchez para tapar la crisis gubernamental con Podemos, pero ahora Vox tiene el desafío de superar la moción y sortear a Tamames sin salir escaldado.