EL MUNDO 21/05/15
· Sor Lucía Caram entra en campaña a favor de CiU con su firme apoyo al soberanismo.
Lejos del convento de Santa Clara de Manresa (Barcelona), Sor Lucía Caram se define como la «monja cojonera» de CiU, «enamorada» del presidente Artur Mas y firme defensora del proceso soberanista. Se ha colado en campaña una religiosa argentina elegida catalana del año en 2014, que el Vaticano ha llamado a filas por su enorme exposición mediática en los últimos días. Asidua a las tertulias de La Sexta y Cuatro, y con un programa propio en Canal Cocina, Sor Lucía Caram participó ayer en un acto de campaña junto al propio Mas y al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, a quienes pidió más medidas contra la pobreza.
«Yo no soy política ni hago política, no hago militancia partidista, y esto me da libertad incluso para exigir». Así se presentó Sor Lucía Caram, quien no tuvo ningún reparo en dejarse fotografiar junto a los convergentes y debatir durante una hora larga en un acto de campaña a cuatro días de las elecciones municipales.
Pese a empezar reivindicando su faceta de «trabajadora social» –colabora con la Fundación Rosa Oriol junto a la mujer de Artur Mas, Helena Rakosnik– Caram pronto dejó claras sus preferencias: pide diálogo «con la banca y con las empresas» para erradicar la pobreza, alaba las medidas impulsadas por CiU durante estos años de crisis y pone toda su fe en la independencia de Cataluña.
«Tenemos que ser capaces de enamorar a la gente con este proyecto de país, sabiendo que no será fácil y siendo capaces de sumar», aseguró no sin antes recordar que el president Mas «se la ha jugado por el derecho a decidir y creo que está dispuesto a llegar hasta el final».
Cabe recordar que Sor Lucía Caram irrumpió en campaña hace unos días, cuando pidió por Twitter a sus seguidores que no votaran a la candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau, quien también recibe el apoyo de otra eclesiástica catalana, la monja Teresa Forcades. Aunque no quiso ni mentar a la activista, Sor Lucía Caram lanzó ayer varios dardos envenenados contra la ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y principal adversaria de Xavier Trias en la Alcaldía de Barcelona. «Tenemos que exigir, pero no desde la demagogia fácil», denunció Caram, quien apeló a la «indignación corresponsable» de cara al 24-M. Es más, la religiosa aseguró que «es pecado quejarse y no ir a votar», una advertencia que llega cuando más apretados están los sondeos en la capital catalana.
La denuncia de Caram sobre las presuntas «presiones» del Estado ante el Vaticano por sus posiciones soberanistas le vino como anillo al dedo a Artur Mas, quien aprovechó el acto de ayer para alabar públicamente el «coraje, la valentía, la serenidad y la sabiduría» de Sor Lucía Caram.
Es más, el presidente catalán quiso acabar el encuentro con una definición del cristianismo que señala que esta religión no es «un código de mandamientos» sino que se trata de «una experiencia de amor». «Si esto es así, tú la representas mejor que nadie», añadió Mas en referencia a Caram. «No sé si mi mujer –Helena Rakosnik– se pondrá celosa después de lo que he dicho», bromeó. Consciente de que todas las cámaras la enfocaban, fue entonces cuando la monja aprovechó el guiño para confesar su amor a Artur Mas: «Yo siempre digo que estoy enamorada del president».
No ha caído nada bien la presencia de Sor Lucía Caram entre los otros partidos. El PP fue el más duro al asegurar que «algunos están en una competición para ver quién es más independentista y ahora para ver quién pone a la monja en acción».