ABC 19/02/14
· Garitano y el PNV acuden a una cita convocada por Rafaela Romero «para avanzar en la normalización».
· «Ponencia de paz» El PSE de Guipúzcoa se esfuerza en estrechar lazos con Bildu, pese al criterio en contra de su ejecutiva.
«El Partido Socialista ni firma, ni pacta, ni acuerda con Bildu». La frase pronunciada ayer por el líder de Ferraz, Alfredo Pérez Rubalcaba, como defensa mayor de sus compañeros navarros en su frente común contra el Gobierno de Yolanda Barcina hace agua. Especialmente en Guipúzcoa, bastión de la «izquierda abertzale» y principal nexo de colaboración Bildu-PSOE. Allí, el sector del partido más próximo a Jesús Eguiguren -aún presidente del PSE, aunque su cargo es más bien honorífico- no solo ha pactado con la coalición radical siguiendo su lógica «progresista y de izquierdas», como los presupuestos forales de 2013. Desde el inicio de legislatura, ese mismo PSE guipuzcoano se esmera en estrechar posiciones con Martin Garitano en una cuestión mucho más delicada y de fondo: articular el relato del terror en el País Vasco desde una «memoria pública plural», es decir, integrando los matices de la teoría del «conflicto» que promueve el nacionalismo.
Con este propósito, los socialistas de Guipúzcoa mantienen reuniones periódicas con Bildu y PNV para avanzar juntos en «la construcción de la paz, la convivencia y la normalización democrática» ahora que ETA no mata. El último de los encuentros, enmarcados dentro de la «ponencia de paz» de las Juntas de la provincia -en la que no participa el PP-, tuvo lugar el pasado miércoles en dependencias de la Diputación foral. Asistió el diputado general de Bildu y su directora de «Derechos Humanos y Memoria Histórica». En la mesa, mayoría absoluta de la «izquierda abertzale» con seis representantes (dos por el grupo juntero de Bildu, dos de Aralar, dos de la Diputación), frente a 2 del PNV y 2 PSE.
Contradicciones
La cita fue convocada por Rafaela Romero, portavoz del PSE en Juntas. Es ella quien preside la ponencia y lidera las negociaciones «discretas» con Bildu y PNV, a espaldas de su ejecutiva en Bilbao, que se reconoce «al margen» de las deliberaciones. Según apuntan los populares lo hace «asesorada de su marido», Eguiguren, cuyas posiciones sobre el fin de ETA y su íntima relación con Arnaldo Otegi ponen en grandes aprietos a su partido. También Romero ha visitado al líder batasuno en la cárcel de Logroño.
La reunión volvió a hacerse fuera de foco, bajo la consigna de absoluta «discreción» y pese al criterio en contra de la ejecutiva de Patxi López. De hecho, el PSE abandonó en septiembre la otra «ponencia de paz» del Parlamento vasco ante la negativa de Bildu de condenar la violencia de ETA, suscribir unos «mínimos éticos» y hacer una revisión crítica de su pasado de connivencia con la estrategia etarra. PP y UPyD tampoco participan.
Fuentes de la ejecutiva en Bilbao aseguraron desconocer el desarrollo de los trabajos de sus compañeros en Guipúzcoa en esta sensible materia, que contradice gravemente la posición del PSE en la Cámara vasca. Tras un intento por restar «trascendencia» a estas reuniones -«la ponencia de Guipúzcoa está vacía de contenido, es inofensiva; la verdadera batalla política se libra en el Parlamento»-, las mismas fuentes confiaron en que su sector guipuzcoano no tenga «ningún desliz». Porque de lo contrario, previenen, «serían inmediatamente desautorizados» por el partido de López.
Está previsto que a finales de 2014 Bildu, PNV y PSE hagan su contribución en forma de documento para «la humanización de los enfrentamientos vividos» y «el análisis y la recapacitación de las consecuencias de la violencia» en el País Vasco.
ABC 19/02/14