EL MUNDO 18/11/16
F. JIMÉNEZ LOSANTOS
LA CEREMONIA de inauguración de la legislatura, no importa la duración que se le presuma, es el momento más solemne de la vida política. En las Cortes, sede de la soberanía del pueblo español, de nuestra antigua nación, constituida y constituyente a lo largo de los siglos, están presentes las instituciones que deben garantizar los derechos y libertades ciudadanos. El primero que rinde homenaje a la Nación es el jefe del Estado, que es el Rey como podría ser el presidente de la República, pero que simbolizaría exactamente lo mismo: la unidad y la permanencia de España, por encima del color político del Gobierno, a lo largo de los siglos, de menos tragedias que grandezas, fruto de dos mil años de civilización occidental y que, en los países más afortunados, ha podido desembocar en un régimen liberal y democrático, que tiene en la división de poderes y la primacía de la Ley sobre cualquier poder, la garantía de igualdad y libertad de los españoles.