Aunque sea la opinión de los especialistas, el alejamiento de los miembros de ETA de su retaguardia natural en Francia, el gran Sur Oeste, no es algo nuevo, se refuerza a causa de la estrecha colaboración policial franco-española y de la aparición en 2004 de la orden europea de arresto.
Aunque sea la opinión de los especialistas, el alejamiento de los miembros de ETA de su retaguardia natural en Francia, el gran Sur Oeste, no es algo nuevo, se refuerza a causa de la estrecha colaboración policial franco-española y de la aparición en 2004 de la orden europea de arresto.
El último gran golpe – posterior al anuncio de la ETA del 10 de enero de un alto el fuego “permanente” y “verificable” – llevado contra la organización separatista vasca, se produjo el 10 de marzo en Willencourt, en el Paso de Calais, con la detención del jefe militar, Alejandro Zobaran Arriola, alias “Xarla”, y de Mikel Oroz Torreo, alias “Peru”, a cargo de la logística del grupo, por policías franceses y españoles.
Una mujer, armada y en posesión de documentos concernientes a la ETA, también fue detenida por gendarmes en Indre, en Chasseneeuil.
“Si el País Vasco francés, que sigue siendo una cuestión aparte, y el Sur Oeste siguen siendo las bases de retirada y los puntos de paso obligado para los etarras buscados, desde hace varios años se vienen instalando en lugares un poco apartados para respirar, formar a su personal y reconstituir sus bases logísticas” constata un antiguo protagonista de la lucha anti-ETA en el País Vasco francés, refiriéndose la Creuse, el Jura, la Savoie o Bretaña.
Este ex protagonista destaca que los miembros de ETA incluso han ido más lejos, “a Irlanda, Alemania y Bélgica”. “Si se alejan es porque ni siquiera pueden elegir si pueden ser más reconocibles, ya que la comprensión del fenómeno vasco (por parte de la justicia y de las fuerzas del orden) es hoy más importante”, añade.
Recientemente, las detenciones se produjeron también en Portugal, recuerda un especialista de la lucha anti-ETA en el gran Sur Oeste, recordando igualmente las bases de América latina.
“Su alejamiento del Sur Oeste no es reciente pero las colaboraciones judiciales y policiales entre Francia y España son cada vez más fuertes y eficaces con importantes medios” confirma.
La lucha moviliza en Francia, con el auspicio de la fiscalía antiterrorista, a la subdirección antiterrorista de la policía judicial (SDAT) y la dirección central de información interna (DCRI), con la Dirección Interregional de la Policía Judicial de Burdeos (DIPJ) en primera línea y su unidad de Bayona así como al grupo de la gendarmería de Pau.
En su opinión, “la aparición de la orden europea de arresto, con muchas decenas de ellas en curso concernientes a etarras, ha sido realmente una rampa de lanzamiento en la persecución y la eficacia de la lucha contra ETA”.
Con la orden europea de arresto, los procedimientos políticos y administrativos se suprimieron en beneficio de los procedimientos judiciales.
Este especialista añade que “el surgimiento de depósitos y escondites se produce por el hecho de que ETA está muy fragmentada en su organización y en su funcionamiento”.
“El movimiento está muy debilitado pero no erradicado, con un reclutamiento que se realiza entre una juventud muy determinada”, consideran los especialistas. La actividad de los policías de enlace franceses ubicados en España y a la inversa es también el alma del dispositivo.
En marzo de 2010, al día siguiente del tiroteo de Dammarie-les-Lys (Seine-et-Marne) entre un comando de ETA y policías que costó la vida a un cabo de la policía, especialistas del movimiento estimaban que había entre 150 y 200 militantes etarras en la clandestinidad en Francia frente a los 800 de los años 80/90.
La organización está considerada como la responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia vasca.
Didier Herbillon, AFP, 25/3/2011