ABC 13/07/16
· Jordi Turull no optará a coordinador general y propicia una ejecutiva renovadora
Acuciado por la herencia maldita de los Pujol y la concatenación de malos resultados electorales cosechados tras abrazar el «procés» independentista, Artur Mas quiso reflotar Convergència. Alumbrando –con el aplauso de las bases– un nuevo partido. El que el fin de semana pasado nació con las siglas de Partit Demòcrata Català (PDC). El expresidente de la Generalitat pretendía así «matar al padre» Pujol, pero el proceso de refundación se ha visto acelerado por unas bases descontentas y por los jóvenes dirigentes y alcaldes convergentes. Hasta el punto de que éstos han conseguido atar en corto al que para ellos es el padre: Mas.
Mas seguirá de presidente del nuevo PDC –nadie más se ha propuesto–, junto a la actual portavoz de la Generalitat, Neus Munté. Pero sin funciones ejecutivas. El poder del partido recaerá en su dirección ejecutiva, formada por 12 miembros y liderada por un coordinador general.
Hasta hace pocas semanas, la apuesta de Mas para este cargo era Jordi Turull, presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí. Sin embargo, ayer, el día antes de que acabara el plazo para presentar candidaturas a la elección por primarias de la dirección del partido –que se votará en el congreso del 22 y 23 de julio–, Turull anunció su renuncia. «Como vamos a hacer una cosa absolutamente nueva, yo quiero contribuir con un paso un lado», explicó Turull, quien arrastraba el sambenito de no ser la renovación pese a que nunca tuvo un cargo orgánico.
Visto el empuje de la nueva generación de convergentes, la mayoría asentados en las comarcas, no en Barcelona, últimamente Mas comenzó a ver que no ganaba la batalla para imponer a Turull, de su guardia pretoriana. Además, por primera vez, la nueva dirección se elegirá por primarias, un proceso más incontrolable. Mas tuvo que asumir, pues, su nueva condición de institucional. Sobre todo tras constatar, en el congreso de refundación, que la nueva CDC está más por la línea del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont –más aclamado que Mas en el cónclave convergente–, y por un ideario sin ambigüedades: republicanos e independentistas.
El plazo para presentar candidaturas a las primarias para elegir la nueva presidencia y dirección ejecutiva del PDC acaba hoy a las 20.00 horas Para la presidencia solo se espera la candidatura de Artur Mas. Para la ejecutiva, tras el «no» de Turull, la candidatura favorita, confirmada ayer, será la liderada por el tándem que conformen Marta Pascal, actual portavoz de CDC, y David Bonvehí, ex alcalde Fonollosa, diputado presidente de la comarcal de CDC en el Bages. Ambos buscarán integrar en consenso varias corrientes del partido.
A ellos, se le suman otras dos candidaturas, aunque probablemente quede solo una. La del exconsejero de Justicia Germà Gordó, y la del líder de Reagrupament –una escisión de ERC–, Ignasi Planas, la más susceptible de no prosperar.