LIBERTAD DIGITAL 19/02/14
PABLO PLANAS
El amigo Mas ha reconocido que no tiene un mandato democrático para constituir «estructuras de Estado» tales como una agencia tributaria, la red de embajadas o un comisionado para la «transición nacional», pero que le da igual. Dice que «Feina feta no té destorb», versión catalana del «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». Así anda, caminado sobre las brasas de los Pujol i Ferrusola, cubierto de chapapote, hasta el cuello de mentiras. Y no le va mal.
El secretario, mayordomo, mozo de cuadras, delfín o hijo político de Pujol (el Smithers de Mr. Burns, para entendernos) se jacta de ser un espectro con muy buena salud, el ectoplasma o poltergeist que ha llegado más lejos que ningún otro president en el largo y arduo camino hacia la independencia. Ahora, tras hacer inventario de los edificios del Estado que se va a quedar la república catalana, anuncia un «plan de infraestructuras estratégicas» donde contempla explícitamente la intervención de los sistemas y servicios de agua, energía, transporte y telecomunicacioness. Para tener preparada la desconexión del resto de España, más que nada. Desconexión según su propia jerga y por si acaso gana las elecciones.
Al lado de la creación de una Armada catalana, de la agencia de espionaje (que es la sección de los Mossos a la que llaman «los Mortadelos») o de la petición de ingreso en la liga de países francófonos, el fundido en negro de Mas para el D-Day, el 27 de septiembre de 2015, es una parida de rango menor, una alarma dos sobre cinco, una más de Mas. Aun así tiene su enjundia porque confirma punto por punto el golpe de Estado descrito por la Assemblea Nacional Catalana, la célebre ANC, relativo a la toma del puerto, el aeropuerto, las carreteras, los pantanos, la torre (de telecomunicaciones) de Collserola y el control de las fronteras. Sobre todo la de Andorra.
La novedad radica en que Mas ha pasado de la teoría a la práctica, con luz y taquígrafos, sin mayor impedimento, en directo, por partes, a plazos y con un par de comentarios de aliño resumidos en el «feina feta». Tras la operación Galaxia del 9-N viene la segunda parte, el 27-S, misión infraestructuras estratégicas. La cortina de humo es el cuñado de Pujol declarando en el Parlament que poco antes de la confesión de la fortuna oculta le pidió dinero al hermano de su mujer para pagar una multa de Hacienda (!) y éste le dijo que los Pujol i Ferrusola estaban pelaos. Pero hete aquí que pasaba por allí Artur Mas y le tiró un cabo. Francesc Cabana, que así se llama el marido de Maria Pujol, le endosó un catálogo de anuarios económicos a la Generalidad por 135.882 euros exactamente un mes antes de que Pujol, su cuñao, se fuera de vareta un día de Santiago. Pues eso, que Mas quiere tomar El Prat y nacionalizar el puerto. Tsipras a su lado es un pringao.