EL MUNDO 30/06/14
· Numerosos aspirantes a la Guardia Urbana de Barcelona se pierden la convocatoria
El pasado 4 de marzo, Barcelona abrió la convocatoria para ocupar 100 plazas de su policía local, uno de los pocos cuerpos que está incrementando efectivos pese a las restricciones presupuestarias. Pero el Ayuntamiento no anunció la codiciada oposición a través de todos sus mecanismos oficiales. La versión en castellano de su página web omitió la oferta de empleo público, que sí fue difundida a través de la versión catalana. El Consistorio ya ha asumido el error, que ha propiciado que muchos aspirantes no conocieran a tiempo la convocatoria y perdieran la opción de optar a un puesto en la Guardia Urbana. Esta misma circunstancia se produjo con otra convocatoria para ocupar 60 plazas del cuerpo municipal de bomberos.
El Ayuntamiento vinculó su fallo a un defecto en el programa informático que traduce la página y que «en las últimas convocatorias no ha funcionado». Así lo justificó el gerente de Recursos Humanos, Carles Arias, después de que el PP le exigiera explicaciones en la comisión de Presidencia celebrada la pasada semana. El cargo municipal también se escudó en que las convocatorias se dan a conocer a través de los boletines oficiales. Sin embargo, obvió que la página web del Ayuntamiento es el canal recomendado por el propio Consistorio para optar a las oposiciones.
Lo es porque a través de ella no sólo se anuncian las fechas de las diferentes pruebas de selección, sino que se realiza la solicitud telemática para optar a la plaza y se pagan las tasas pertinentes. Este proceso también se puede realizar a través del Registro General del Ayuntamiento, pero la propia Administración señala que ese mecanismo es «excepcional». Además, cuando se intenta entrar a la web de Barcelona a través de Google, el primer resultado sugerido es la versión castellana, incluso cuando se teclea en catalán las palabras «Ajuntament de Barcelona» o incluso «Ajuntament de Barcelona, oferta pública d’ocupació».
La concejal popular Àngels Esteller recriminó al gobierno de Barcelona «las graves consecuencias de su error» y reclamó que permita a las personas afectadas presentarse a las oposiciones, pero sólo obtuvo la promesa de que se arreglará el defecto «en los próximos días».
Será demasiado tarde para María, quien denuncia a este diario su caso con un nombre falso por miedo a sufrir represalias si vuelve a optar a una oposición del Ayuntamiento. «Han jugado con la vida de personas», reprocha esta joven de 30 años, madre de dos hijos, que lleva dos años y medio preparándose para entrar en la policía local de Barcelona.
Tras pasar tres meses trabajando como camionera en Francia para reunir dinero y poder dedicarse exclusivamente a la oposición, la aspirante regresó en diciembre a España para ultimar su preparación. Lo primero que hacía cada mañana desde su regreso –relata– era mirar si las oposiciones se habían convocado, siempre a través de la web en castellano del Consistorio, de la que ya tenía un acceso directo instalado en su teléfono móvil desde el pasado año, cuando ya optó a la oposición.
«Igual no vuelven a salir plazas en años», exclama esta joven desesperada. «¿Se dan cuenta de lo difícil que es conseguir hoy un trabajo? Esto es indigno», abunda. Esta licenciada en educación física no se atreve a presentar una queja al Consistorio por miedo a ser señalada si vuelve a presentarse, pues las oposiciones incluyen una entrevista personal.
Tampoco Francisco, que también pide aparecer en este artículo con un nombre falso. «Aún no me creo lo que me está pasando», cuenta este aspirante de 29 años que en la anterior convocatoria se quedó a las puertas, pues superó todas las pruebas, pero contaba con demasiados candidatos por delante. Los propios instructores le instaron a volver a intentarlo. Por ello aparcó sus estudios de ingeniería y se dedicó a preparar las pruebas. «Me duele porque sé que tenía muchísimos números de entrar», añade.