El entusiasmo de Podemos al entrar en el Congreso provocó una llamativa carrera con el resto de partidos por ver quién presentaba primero iniciativas. En ese ambiente, Podemos justificó, además, que la emergencia social exigía que su primer acto fuera presentar la Ley 25. Aquel inaudito «frenesí», como describieron algunos, se ha detenido. O, mejor dicho, ya sólo va por barrios. El PSOE y ERC están siendo los más activos, mientras que el PP y Podemos se encuentran a la cola, con cero iniciativas parlamentarias. En medio se sitúan otras fuerzas, como Ciudadanos, que ha registrado cinco.
La comparación de actividad de Podemos coincide con su estado anímico. De la euforia de enero a la depresión de ahora, por su mal resultado electoral y por su pérdida de influencia en la vida política.
Mientras tanto, el PSOE ha mantenido pisado el acelerador de la pasada legislatura y ya se pueden contabilizar hasta 118 iniciativas socialistas. Algunas de ellas de gran calado, como peticiones para que comparezcan ministros del Gobierno, la creación de una comisión de investigación sobre las presuntas maniobras de Jorge Fernández Díaz contra los independentistas catalanes y contra otros adversarios o una serie de medidas para combatir la emergencia social, como la pobreza energética o el nuevo ingreso mínimo vital. Varias de ellas son banderas hasta ahora enarboladas por Podemos que se van a debatir en la Cámara a propuesta del PSOE.
Ante la posibilidad de que Rajoy saque adelante la investidura –algo que todavía está por ver– y no haya terceras elecciones, una parte de la izquierda del Congreso ha decidido ponerse en marcha para aprovechar la oportunidad que presenta el nuevo hemiciclo. La aritmética parlamentaria permite la mayor geometría variable vista hasta la fecha, con la posibilidad de que la izquierda, con ayuda de las fuerzas nacionalistas, pueda sacar iniciativas a pesar de la hipótesis de que gobierne Rajoy. El PSOE no sólo se ha volcado a presentar propuestas sino que, además, defenderá el próximo martes en la reunión de la Mesa del Congreso que el Poder Legislativo empiece a ponerse en marcha y se constituya tanto la Diputación Permanente como las comisiones.
La parálisis de Podemos es llamativa, entre otras cosas, porque muchas de las iniciativas ya las tiene redactadas desde la pasada legislatura. De hecho, algunas tuvieron bastante recorrido mediático, como la mencionada Ley 25, la petición para crear una comisión de investigación sobre el voto exterior u otras sobre políticas sobre los medios de comunicación, que levantaron bastante polémica. Preguntados en estas últimas semanas, tanto Pablo Iglesias como Íñigo Errejón han comentado que seguirían la misma hoja de ruta que entonces. Sin embargo, a pesar de que todas ellas están escritas, siguen durmiendo en algún cajón.
Fuentes parlamentarias de Podemos minimizan su comparativa con la hiperactividad del PSOE, porque no es algo que se mida «al peso». Así, estas fuentes defienden que «más allá de lo simbólico» de presentar propuestas, «sirve de poco registrarlas si no pueden tener salida después», como sucedió la pasada legislatura, cuando al no haber un Gobierno, todo el trabajo parlamentario hecho hasta la fecha se fue por el desagüe. «No se ha iniciado la actividad parlamentaria, ni en Pleno ni en comisiones, y parece improbable que se constituyan antes de que haya investidura por voluntad y decisión del PP. Más allá de lo simbólico, lo importante es que se pongan fechas para que el Parlamento pueda ejercer sus funciones», defienden.
Aunque el PP tampoco ha presentado ninguna propuesta, fuentes de su grupo subrayan que están actuando como la pasada legislatura, centrándose primero en la formación de gobierno, pues «no tiene sentido» avanzar algo que puede decaer.
El PSOE, sin embargo, ha comenzado la legislatura con una actividad inusitada, prácticamente igual que la anterior. Desde el 20 de julio, ha presentado 118 iniciativas: la comisión de investigación citada, ocho proposiciones de ley –entre ellas una contra la pobreza energética–, 99 proposiciones no de ley, han pedido ocho comparecencias de otros tantos ministros, y la creación de dos subcomisiones, una para estudiar los efectos del Brexit. De las 118 propuestas, 39 son generales y 118 territoriales.
Los socialistas no dan importancia a esta hiperactividad y la justifican en que «el Parlamento debe empezar a funcionar ya, no estamos en funciones, ni podemos descansar porque hay miles de situaciones urgentes que atajar y para eso también está el Congreso», dicen desde la dirección del Grupo Socialista.
Preguntados por la inactividad de Podemos, desde la dirección del Grupo Socialista creen que los de Pablo Iglesias «están cansados». «Aquí se trabaja mucho y ellos llevan poco tiempo y vienen de otros ámbitos con menos actividad», explica un miembro de la dirección del PSOE.
Los socialistas están decididos a liderar la oposición en la legislatura que empieza y en marcar desde ya la acción del Gobierno. Para ello, consideran que cuentan con la experiencia, los equipos y la trayectoria de la que carecen tanto Podemos como Ciudadanos. El Gobierno, añaden, estará en minoría y no podrá hacer uso de la mayoría absoluta para eludir el control parlamentario como hizo en la primera legislatura de Rajoy.
Por su parte, ERC presentó ayer hasta 27 iniciativas. Tres de ellas son proyectos de ley: una para modificar la regulación de la huelga; sobre la justicia universal y otra para permitir votar con 16 años. También hay una iniciativa sobre pobreza infantil.