Uno de los mandos de la operación contra Bateragune insiste ante el tribunal en que los procesados seguían las instrucciones de la banda
Espaldarazo de la Policía a las tesis de la Fiscalía de que Bateragune estaba al servicio de la estrategia de la ETA. Un perito de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) aseguró ayer en la Audiencia Nacional que fue la organización terrorista la que ordenó a finales de 2008 a la ilegal Batasuna y a Arnaldo Otegi, en particular, crear un «polo soberanista», del que estuviera excluido el PNV para relanzar la izquierda abertzale y ‘robar’ así al partido de Iñigo Urkullu la «hegemonía política» en Euskadi.
«Todo forma parte de un mismo conjunto», explicó el mando de los servicios de Información durante la sexta sesión del juicio en el que líder de Batasuna y otros siete dirigentes independentistas se enfrentan a penas de entre 10 y 14 años de cárcel por el intento de refundar la coalición ilegalizada. Por primera vez desde que la semana pasada arrancara este proceso, se empezaron a escuchar las acusaciones concretas contra Otegi y sus compañeros de banquillo.
Según la tesis policial, «ETA es la dirección y Bateragune ejercía la codirección en el ámbito político». «Bateragune era una comisión de dirección superior y única de la izquierda abertzale», una suerte de «comisión de la que forma parte Ekin (aparato político de ETA) pero no sólo, también están representados los responsables de las distintas organizaciones de la izquierda abertzale», detalló el jefe policial.
Durante dos horas, el perito hizo hincapié en que los procesados «actuaban como delegados» de ETA en la izquierda abertzale y fue entonces cuando se refirió al documento incautado a la imputada Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar, y que la Fiscalía considera una prueba clave. En ese informe, titulado ‘Komunikazio Orokorra’ (comunicación general), ETA «evaluaba», según el policía, cómo los procesados estaban cumpliendo las «directrices» que había impartido en abril de 2009 y en el que la banda establecía un «calendario de actuaciones» sobre los debates en la izquierda abertzale y «marcaba los criterio» de esas discusiones. En ese documento, explicó, la organización terrorista fijó las líneas rojas del debate que debía abrir Otegi («cuestiones de las que sólo puede hablar ETA») y dejaba claro que sería ella la que dirigiría los debates pero sin figurar («será un proceso de ETA pero sin ETA»).
El contrapunto al analista policial lo puso el secretario general del sindicato ELA, Adolfo Muñoz, quien visitó a Otegi en la cárcel de Martutene. Muñoz aseguró que en aquella ocasión «por primera vez» el líder de Batasuna habló «muy claro» y les informó de su intención de abrir un debate en la izquierda abertzale para romper con ETA. El dirigente sindical negó de manera tajante que la huelga general conjunta de 2009 de los nacionalistas fuera iniciativa de la banda, como sostiene la acusación pública. El paro, dijo, tuvo su «origen y final» exclusivamente en lo sindical y laboral.
EL CORREO, 5/7/11