ABC – 24/09/15
· Iba a informales de las argucias que preparaba la banda sobre un supuesto desarme.
Las investigaciones abiertas por la Guardia Civil y la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) francesa tras el descabezamiento de ETA se centran ahora en determinar el papel que desempeñaba Ramón Sagarzazu, «Ramontxo», en la actual estrategia terrorista. Los agentes creen que era el enlace que utilizaban Iratxe Sorzábal y David Pla para intercambiarse mensajes con los verificadores y mediadores internacionales encabezados por Brian Currin, que precisamente ayer se encontraba en el País Vasco. La operación Pardines ha frustrado así nuevas argucias de los etarras encaminadas a tender una trampa a un hipotético gobierno de Podemos con una oferta de negociación, y a buscar nuevos apoyos en la comunidad internacional.
«Ramontxo» ya ejerció como correo entre ETA y la Fundación Henri Dunant en los encuentros preparatorios del llamado «proceso de paz» con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, hasta su detención, en mayo de 2005. En 2012 quedó en libertad, y pese a que podía considerarse «quemado» por sus antecedentes, la cúpula de la banda se habría visto forzada a recuperarle, a la vista de su experiencia en la estrategia de la negociación y de sus contactos internacionales.
Los integrantes del llamado Grupo Internacional de Contacto, que lidera Brian Currin, no han ocultado en ningún momento la fluida comunicación que mantienen con los cabecillas de ETA. La escenificación, en Burdeos, de una supuesta inutilización de armas, en presencia de dos verificadores, acredita esa ágil relación. «Ramontxo» pudo haber intervenido en la preparación de aquel tenderete, según subrayan fuentes antiterroristas. De hecho, en sus visitas al País Vasco, los verificadores alardean de conocer las intenciones de la banda referentes al desmantelamiento de sus «estructuras militares» o al «sellado de los zulos», en contraposición, con el «inmovilismo» del Gobierno de Rajoy.
Los investigadores están convencidos de que si David Pla, Iratxe Sorzábal y Ramón Sagarzazu habían coincidido en una reunión, era para tratar asuntos de «gran calado», relacionados con sus cometidos, esto es, la negociación y la «agenda internacional». Por ello, los agentes sospechan que Pla y Sorzábal iban a dar a «Ramontxo» instrucciones para hacérselas llegar a Currin y sus hombres, a través de Sortu, probablemente, sobre nuevas maniobras relacionadas con el supuesto desarme, aunque podría ser que el recado viniera en dirección contraria, y que el enlace fuera a transmitir a sus jefes etarras algún mensaje del Grupo Internacional de Contacto. Sagarzazu residía legalmente en Oyarzun, tras haber cumplido condena en Francia, lo que facilitaba sus movimientos. A últimas horas del martes la Guardia Civil finalizó el registro de su vivienda en este municipio guipuzcoano.
Se da la circunstancia de que Brian Currin y el también miembro del Grupo Internacional de Contacto Alberto Spektorowski se encuentran en el País Vasco.
Información en clave
Sorzábal, Pla y Sagarzazu, junto al propietario de la casa rural de Saint-Étienne, Pantxo Flores, permanecían ayer en la Comisaría de Bayona a la espera de ser trasladados a París para quedar a disposición judicial. La Policía francesa y la Guardia Civil confían más en la documentación incautada que en las declaraciones de los etarras, ya que no están colaborando mucho. Pero el análisis puede llevar su tiempo, porque los cabecillas utilizaban claves que deberán ser descifradas. La operación se mantiene abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Los arrestos provocaron ayer aparente indignación en la «izquierda abertzale». Bildu ha convocado para el próximo 3 de octubre una manifestación en San Sebastián «para llenar las calles de sed de paz». Mientras, Sortu ha organizado para hoy 60 movilizaciones en el País Vasco y Navarra como protesta por la operación Pardines que ha dado la puntilla a ETA.