DIARIO VASCO, 31/3/12
Zabaleta pide a Ezenarro que deje el escaño por no incluir a Batasuna en la moción. El PP se suma a socialistas, PNV y Ezker Anitza y acuerda poner en marcha el foro para la paz y convivencia
La ponencia parlamentaria sobre paz y convivencia terminó ayer por fracturar definitivamente a Aralar. La decisión de la portavoz, Aintzane Ezenarro, y los otros dos parlamentarios críticos Oxel Erostarbe y Mikel Basabe, de votar a favor del foro pese a que no garantiza la presencia de la ilegalizada izquierda abertzale fue inmediatamente desacreditada por la dirección del partido. El coordinador general, Patxi Zabaleta, ya les ha pedido que pongan sus cargos y escaños a disposición de la formación, dejando a Ezenarro, Erostarbe y Basabe más fuera que dentro del partido. El único que siguió ayer las directrices de la ejecutiva de Aralar fue el cuarto parlamentario, Dani Maeztu, que se unió a EA en su rechazo a la ponencia por «excluir» al mundo de Batasuna. Tras confirmar el marcador del Parlamento la discrepancia de voto, los tres parlamentarios abandonaron sus escaños dejando sólo a Maeztu. Se escenificaba así una división interna que tarde o temprano tenía que aflorar en la Cámara.
El episodio de ayer fue la gota que colmó el vaso de una discrepancia interna surgida el pasado otoño tras la decisión de Aralar de concurrir a las generales en la coalición Amaiur junto a la izquierda abertzale ilegalizada, EA y Alternatiba. Una confluencia rechazada por Ezenarro y un grupo significativo de miembros del partido que creen que la ilegalizada formación no ha dado todavía los pasos suficientes contra el terrorismo.
La polémica eclipsó el acuerdo mayoritario sobre la ponencia para la paz y la convivencia impulsada por la propia Ezenarro con una gran implicación personal. Finalmente, tres semanas después del primer intento fracasado, el PP se sumó al acuerdo junto a PNV, PSE-EE, los tres parlamentarios de Aralar y Ezker Anitza. Un total de 70 parlamentarios de 75 (no pudieron asistir al pleno Jesús Eguiguren (PSE) y Mari Mar Blanco (PP), dieron luz verde al foro tres semanas después de que los populares tumbaran el primer intento del lehendakari de consensuar una ponencia de la mano de Ezenarro. La garantía del lehendakari de que no acudirán quienes «no condenen los asesinatos», en alusión a Batasuna, fue lo que impulsó al partido de Antonio Basagoiti a superar sus dudas y apoyar la moción.
En todo caso, el consenso de las grandes formaciones no da para más allá que un párrafo ambiguo de cinco líneas que ni siquiera rubricaron los populares, aunque sí votaron a favor. «El Parlamento Vasco acuerda constituir una ponencia para la paz y la convivencia. Para su desarrollo eficaz, la ponencia será abierta y recabará las propuestas que deseen trasladar los distintos grupos políticos, instituciones y agentes sociales», reza la escueta moción.
Flexibilidad
Una redacción genérica para posibilitar la adhesión del PP, en lo que supuso, por parte de Ezenarro, un ejercicio de flexibilidad en aras al consenso, como le reconoció todo el arco parlamentario. Incluso, para intentar atraer a última hora el voto de EA, y por ende de su compañero Maeztu, la portavoz de Aralar insistió en que el foro debe ser «sin exclusiones» y que lo importante era su puesta en marcha para luego, una vez sentados en la mesa, intentar ensanchar los puntos de encuentro. Pero esa coletilla que la portavoz de Aralar defendió desde la tribuna de oradores no figuró en el texto final, lo que dio pie a la dirección de su partido a hablar de ponencia «mutilada por el PP» que nace «muerta».
Así la definió Patxi Zabaleta en su comparecencia vespertina junto a Maeztu y la juntera por Gipuzkoa, Rebeka Ubera, en la sede del partido en San Sebastián. Los tres reclamaron a sus compañeros díscolos que pongan sus actas de parlamentario a disposición del partido. El líder de Aralar lamentó «amargamente» la actitud de Ezenarro, Erostarbe y Basabe, a los que reconoció su derecho a discrepar, pero no el de actuar en contra de las decisiones de la dirección del partido. Y es que Zabaleta explicó que la ejecutiva decidió el lunes en una reunión no apoyar el foro si no se explicitaba que no tendría «exclusiones». El líder de Aralar precisó que poner el acta de parlamentario a disposición del partido abre distintas posibilidades, como «llegar a acuerdos de funcionamiento» con los parlamentarios o exigir su dimisión, una decisión que no se ha adoptado.
No está claro que los tres parlamentarios críticos vayan a abandonar sus cargos, en especial después de que Ezenarro haya consumido todas sus energías para sacar adelante la ponencia de paz y convivencia en la que ahora aspira a participar con un papel preponderante. De hecho, su nombre figura en las quinielas para presidirla, aunque el PP también aspira a liderar la comisión de trabajo. En todo caso, este es un asunto que los partido abordarán la semana que viene, cuando tienen previsto empezar a reunirse para constituir la ponencia y fijar sus reglas y mecanismos.
Los tres parlamentarios interpelados no quisieron ayer pronunciarse. Si mantienen las actas podrían formar un grupo propio, al contar con el mínimo de tres asientos, mientras que Maeztu engrosaría el Grupo Mixto junto a EA, Ezker Anitza y UPyD, partido que ayer también se opuso a la ponencia aunque en este caso al considerar que sólo sirve a los intereses de Batasuna. En cualquier caso, el futuro de la ponencia no parece muy halagüeño y no sólo por el poco tiempo que resta de legislatura. Ezenarro quiere que una vez en marcha pueda incorporarse la izquierda abertzale, algo que el PP rechaza en redondo. Y la propia Batasuna se niega a acudir si no se le garantiza una presencia permanente.
DIARIO VASCO, 31/3/12