Julen Arzuaga, parlamentario de EH Bildu, miembro de Sortu, es un duro de la izquierda abertzale. Nunca ha condenado a ETA ni sus asesinatos. Ni antes, en la época más dura del terror, ni ahora, cuando la banda terrorista ya no mata. En los últimos tiempos, con la organización terrorista ya derrotada, ha protagonizado duros enfrentamientos con el PP en la Cámara vasca cuando los populares le han exigido que deslegitimara a ETA. «Si me hubieran pegado un tiro, el señor Arzuaga lo habría justificado», llegó a decirle el parlamentario del PP Borja Sémper.
Ayer Julen Arzuaga se colocó en primera línea en el homenaje que se realizó en Ermua a Miguel Ángel Blanco. Es la primera vez que un miembro de Sortu acude a este acto junto al resto de los partidos. Pero ni Sortu ni Arzuaga han condenado nunca el secuestro y cruel asesinato del que fuera edil popular de Ermua. Ni entonces ni ahora. Ni ese ni los otros más de 800 asesinatos de la banda terrorista. Y ver a Arzuaga junto a los que sí condenaron y condenan el terror, indignó a las víctimas: «Bildu se ha superado a la hora de humillar a las víctimas del terrorismo y a todos los vascos». «Ir a un homenaje cuando no se ha condenado el asesinato de esa persona es un ejercicio de cinismo de los más grandes que hemos presenciado en los últimos años. No se puede mirar como organización la sangre derramada y presentarte en un homenaje para blanquear la trayectoria de los pistoleros», señaló Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite.
«Quizá hoy Miguel Ángel Blanco estaría vivo si Arzuaga y otros como Arzuaga hubieran levantado la mano el día antes del su asesinato», señaló Rubén Múgica.
«Los que jaleaban a ETA no han pedido perdón, ni se han disculpado», decía el representante de las víctimas del terrorismo en Cataluña, José Vargas, que hace unos días recordaba a los muertos en el atentado de Hipercor: «Nadie ha pedido disculpas por esa masacre».
La presencia de Julen Arzuaga enfadó especialmente al presidente del PP, Alfonso Alonso, que consideró que la presencia del parlamentario y ex abogado de Gestoras Pro Amnistia en el homenaje «sobraba». «Ha venido aquí para blanquear su imagen porque el día que secuestraron a Miguel Ángel Blanco no pidió su liberación, el día que lo mataron aplaudió el asesinato, defendió a los asesinos y defiende la causa por la que lo mataron».
También el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, exigió a Sortu que pida perdón. El alcalde que capitaneó el espíritu de Ermua, repasó en un duro discurso una parte terrible de la historia de Euskadi. Se refirió a ETA y Batasuna, como integrantes de una «red mafiosa» que «controlaba todo» y «puso a Euskadi contra las cuerdas». Recordó la red de informantes en cada pueblo que elegía a quien había que matar, el miedo de la gente a hablar de política, el control que ejercían en empresas, universidades, colegios. Y exigió con contundencia que pidan perdón. «Es necesario que ETA y Batasuna (Sortu) critiquen su pasado, que afirmen que aquello estuvo mal». «Que condenen no sólo el acto, sino que critiquen también el motivo por el que se hizo». Y advirtió además de que «no es posible la convivencia si se sigue sembrando dolor. Sobre todo entre los más jóvenes. Y es así si en su versión de la historia se sigue considerando héroes a los etarras, aunque sea en la intimidad, y antivascos a los que no somos nacionalistas. Sólo así se puede evitar que ataques como los de Alsasua a los guardias civiles no se produzcan».
PNV, PSE Y PODEMOS SE ABSTIENEN DE CONDENAR A ETA
En Lasarte. El municipio en el que hace 20 años apareció gravemente herido Miguel Ángel Blanco no pudo ayer consensuar una moción de condena a ETA.
Voto en contra de Bildu. A propuesta del PP se votaron por separado los tres puntos de la moción. El primero de ellos, una «condena de la violencia ejercida por ETA a lo largo de su historia» contó con el voto en contra de Bildu, mientras que PNV, PSE y Podemos se abstuvieron.
Sin minuto de silencio. La misma suerte corrió el punto a favor de guardar un minuto de silencio en recuerdo de Blanco.