- lunes, 14 julio 2025

Parece que entre la propaganda oficial y la percepción de la calle hay una amplia vaguada en todos los ámbitos de la vida, también, por supuesto, en lo relacionado con la inmigración. Son los que nos van a pagar las pensiones, argumentan el Gobierno y sus adláteres mientras lo que perciben los ciudadanos es un aumento de la delincuencia, violaciones, robos e inseguridad en las calles que en los últimos días han estado en el origen de los altercados de orden público que se han sucedido en Torre Pacheco, una población murciana, después de la agresión de varios inmigrantes contra un vecino septuagenario. Según parece, Domingo, que tal es el nombre de la víctima, fue agredido por una banda de magrebíes que le propinaron una paliza, no para robarle, sino con el fin de grabar su hazaña en video y difundirla por las redes. Torre Pacheco tiene una población de casi 30.000 habitantes, el 40% de los cuales son inmigrantes no comunitarios, una proporción que deja servido el drama.
Y resulta que el personal, harto ya de estar harto, se ha echado a la calle y ha protagonizado enfrentamientos y escenas de violencia con los inmigrantes, mayoritariamente marroquíes del pueblo.
Este no es el camino, vienen a decir las autoridades con esa capacidad que adorna habitualmente a la gente que tiene mando en plaza. Es evidente, pero no es menos cierto que estas reacciones y otras que se sucederán quizá no se hubiesen producido si el Gobierno se hubiera responsabilizado con un mayor grado de eficacia del orden público, si agresiones como la sufrida por este anciano fueran episodios aislados y no la gota que colma el vaso.
Así parecen pensarlo los españoles a juzgar por la encuesta de Sigma 2 que hoy publica este periódico: El 70% de los encuestados se apuntan a la receta de Vox, es decir, deportaciones masivas para los inmigrantes ilegales y para todos aquellos que independientemente de su manera de entrar en el país, lo hayan hecho para delinquir.
Una primera consideración parece abonar las tesis de Vox, aunque sería un resultado engañoso, porque el partido cuyos votantes se abonan con más entusiasmo a las deportaciones es el PP, con un 91,7%, dos puntos más que los votantes de Vox. Entre los cómplices de la coalición de Gobierno, solo los votantes de Sumar son mayoritariamente contrarios a las deportaciones, mientras los votantes socialistas se abonan en mayor proporción a la medida, más del 57%.
Con todo, la crisis de la inmigración no guarda relación estricta con la intención de voto, tal como señala Sigma Dos. Los encuestados se manifiestan partidarios de una coalición de izquierdas como forma de Gobierno en un 26,9%, en mayor proporción de los que aspiran a un Gobierno monocolor del del PP, que son el 24,9, todavía mayor que los partidarios de un Gobierno de coalición de las derechas, PP y Vox, que se quedarían en el 21,4 y que aún son considerablemente mayores que los partidarios de un Ejecutivo socialista en solitario, que solo tendría del 14,3% de las preferencias.
Todo tiene su origen en un problema creciente de inseguridad. ¿Tendrá alguna idea el ministro Fernando Grande, Marlasca por parte de madre para apaciguar la inquietud ciudadana?