ABC – 29/01/15
· Forzado por Esquerra, Mas pide comparecer en febrero en la «comisión Pujol».
· Junqueras recupera su lema «manos limpias» La decisión de ERC de pedir la comparecencia de Mas en la «comisión Pujol» ha indignado al Gobierno catalán, que amaga con suspender el acuerdo electoral.
· Las distintas velocidades de Mas y Junqueras ERC rechaza que el proceso secesionista sea votado en una consulta postelectoral como propone Mas y exige que la independencia fiscal entre en vigor este año.
ERC y CiU confirman el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas. Tras escenificar una reconciliación secesionista con el avance electoral como moneda de cambio, ambas formaciones airean ya sus diferencias en la hoja de ruta que debe conducir a una hipotética Cataluña a la independencia. Discrepan también en la fecha en que debe estar activa la hacienda propia, la celebración de un referéndum, la extensión del acuerdo electoral a las municipales y, muy especialmente, la corrupción.
En efecto, la decisión de los republicanos de pedir la comparecencia del presidente Artur Mas en la comisión de investigación del caso Pujol el mismo día en que formalizaban su apoyo a los Presupuestos catalanas de 2015, abrió la caja de los truenos. El Gobierno catalán, a través de su airado portavoz, Francesc Homs, amagó con dejar en suspenso el anticipo electoral del 27 de septiembre, tras reprochar a la formación de Oriol Junqueras que utilice esa fecha con fines estrictamente electorales, en lugar de enfocarlas como un plebiscito sobre el futuro de Cataluña. Mas pidió ayer por carta a la presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, comparecer en febrero en la citada comisión.
ERC había salvado en cuatro ocasiones al líder de CiU de dar explicaciones, pero finalmente ha recuperado su viejo lema de «manos limpias», consciente de que abanderar la lucha contra la corrupción será uno de los asuntos clave de esta larga precampaña hasta el 27-S.
Republicanos y nacionalistas caminan a distinta velocidad. Los primeros quieren llegar a las elecciones municipales de mayo con un proyecto separatista articulado, pero CiU afirma que las cosas «no se pueden hacer de cualquier manera». ERC, que se presenta como garante de las esencias independentistas frente al converso Mas, entiende que no se puede perder el tiempo y, por tanto, rechaza la celebración de un referéndum postelectoral que avale la gestión secesionista del gobierno que salga de las urnas. Para Junqueras, el 27-S ya es el referéndum, por lo que lo único que debe ser sometido a consulta es la «constitución catalana». Precisamente ayer, un grupo de expertos presentaron en el Parlamento catalán la metodología que debería guiar la aprobación de esa carta magna y que pasa, principalmente, por dar voz a los ciudadanos en su elaboración.
La Constitución catalana
Esta propuesta sería compatible con el proyecto constitucional que el expedientado magistrado Santiago Vidal presentará el próximo sábado y que contempla la doble nacionalidad y listas electorales abiertas. Rechaza un ejército catalán. La hacienda propia, una de las «estructuras de estado» que, junto a la diplomacia internacional, quiere potenciar Artur Mas en los próximos meses, también enfrenta a CiU y ERC.
Junqueras reclama la independencia fiscal antes del 27-S, pero la Generalitat afirma que Cataluña no podrá gestionar todos los impuestos –autonómicos y estatales– hasta 2016. Finalmente, Mas quiere hacer extensivo su acuerdo electoral con Junqueras a los comicios locales, pero ERC ya ha marcado distancias en la plaza más importante, Barcelona, donde su candidato, Alfred Bosch, asegura que piensa luchar por arrebatar la alcaldía a Xavier Trias (CiU).
ABC – 29/01/15