RAÚL DEL POZO-EL MUNDO
La política es un bazar, no persa, sino chino; un rastro, una liquidación por rebajas. Los candidatos de ahora son soguillas al lado de los políticos de la Transición, a los que tanto calumnian. La gente, más informada y más atolondrada, compra lo que brilla si es barato aunque sea vulgar, se deja llevar por los charlatanes y los demagogos.
Pablo Casado ha elegido a dos gaviotas renacidas –Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida– para iniciar la reconquista de la Puerta del Sol y la Cibeles, donde la nación se la juega, como siempre.
Íñigo Errejón, nuevo patriota, ha hablado: «Tenemos un país roto, hay que reconstruirlo». Es que los carmenitas y peronistas de la gran escisión están convencidos de que el futuro de Madrid no está en las encuestas, sino en Más Madrid.
Van a defender cuatro años de aire limpio, sin contaminación ni corrupción y piensan que el desenlace del 26 de mayo va a depender de la campaña. A pesar de la ruptura de la joven guardia bolchevique tratarán de evitar que entre Albert Rivera y Pedro Sánchez se coman el madroño, rojo por fuera y naranja por dentro. Van a intentar, también, parar a las fuerzas de la derecha, que vienen encabronadas; tratarán de impedir que tomen la Puerta del Sol, donde ellos nacieron con el puño cerrado.
El PP ha movilizado a la vieja guardia y a la quinta del chupete. El gran MAR ha vuelto a los ruedos y hará de Iván Redondo para que sea presidenta Isabel, una mujer con casta, de fuerte personalidad y desparpajo. Quiere combatir el machismo, pero no a los hombres; es la efigie del nuevo PP de Pablo Casado. Declara que la izquierda no gobernará Madrid; según Isabel no gobernará porque no comprende que en el Foro el mar está en un vaso de ginebra. También ha dicho que Errejón es el cáncer de la izquierda.
Todo está en al aire contaminado, de las urnas pueden salir hasta ratas. Las encuestas indican que el PSOE ganaría en la Asamblea de Vallecas, con una ligera ventaja sobre el PP y Ciudadanos; Vox sube y sube –por encima del 12%– y decidiría, como en Andalucía, el Gobierno. Podemos se va encogiendo y no lograría completar una mayoría de izquierdas. Los electores no van a perdonar a Carmena, que ha usado la quijada del asno en directo. Ya se sabe: dos rojos, tres fracciones.
La candidata del PP dice que Gabilondo es un señor; no le cabe ninguna duda, pero al PSOE le están esperando para darle un repaso y tres avisos por su contubernio en el Ayuntamiento y con el separatismo.