EL MUNDO 02/12/13
Navarro intenta atraer al votante de ICV que se sienta «rehén» del independentismo
El PSOE y el PSC certificaron ayer en Barcelona una reconciliación que ha resultado tan lenta como estudiada. Tras más de un año alejados por la defensa que los socialistas catalanes hacen del derecho a decidir de Cataluña, Alfredo Pérez Rubalcaba y el primer secretario del PSC, Pere Navarro, firmaron ayer ante 3.000 simpatizantes en el pabellón de la Vall d’Hebron una paz cuya clave reside en haber hallado un objetivo en común con el que enfriar las discrepancias sobre el debate soberanista: la reforma de la Constitución para llegar a un Estado federal.
Aún con diferencias evidentes de fondo –Navarro admitió que existen «discrepancias» y volvió a defender «el derecho de Cataluña a escoger su futuro»; Rubalcaba, simplemente, eludió el tema–, ambos líderes convirtieron el acto de ayer en la constatación de que la apuesta federalista es el principal argumento con el que cuentan para enfrentarse al Gobierno del PP –«los que añoran la España centralista», según dijo Rubalcaba– y quienes, por el contrario, defienden la independencia de Cataluña: «Artur Mas no sabe adónde va y Mariano Rajoy no quiere ir a ningún sitio».
El líder del PSOE, quien agradeció a Navarro haberle «enseñado el camino» después de hacer suya una propuesta de reforma que hace un año sólo aparecía en el programa del PSC, esgrimió durante su discurso la necesidad de modificar la Carta Magna como única solución a «un problema de convivencia» que tiene a Cataluña como protagonista. Así, advirtió a quienes defienden la necesidad de «irse» de España que su camino «no hará que se salga antes de la crisis», porque se trata de un «camino cicatero y tortuoso. Un camino imposible».
Unas críticas que previamente también había lanzado contra el PP, sobre el cual ironizó que en 1978 «no les gustaba la Constitución y ahora están agarrados como si sólo la quisieran ellos», sometiéndola a «una contrarreforma por la puerta de atrás» con la radical ley de seguridad del espacio público. Ante ellos, el PSOE «se va a oponer a quienes quieren volver atrás», recordando a los populares que «en la historia de España el centralismo va de la mano de la desigualdad».
Antes de esgrimir la reforma federal como su gran baza, Rubalcaba y Navarro también colmaron de elogios la actual Constitución, la cual ambos señalaron como la responsable «del mayor periodo de paz y prosperidad en la Historia de España». Tanto que el líder del PSOE instó al PSC a celebrar «con orgullo» el próximo 6 de diciembre el 35º aniversario de la Carta Magna. Los socialistas catalanes, sin embargo, de momento no tienen previsto para esa fecha ningún acto oficial.
Fue Navarro –quien paradójicamente no fue el responsable del discurso final pese a ser convocado por su partido y celebrarse en Barcelona– quien abrió el melón sobre la reforma. Tras elogiar el papel que ejerció en la redacción de la Constitución el socialista Jordi Solé Tura, cuya viuda e hijo asistieron al acto en primera fila, aseguró que «como la quiero, creo que debe cambiarse». Además, insistió en que se trata de una de las claves para solventar «desde el diálogo» el debate sobre el encaje catalán, insistiendo en que una Constitución «adaptada a la sociedad que vivimos hoy» debería reflejar «la singularidad de Cataluña», tanto en materia cultural y lingüística como económica. «Queremos lo que nos pertenece y también ser solidarios con el resto de pueblos de España», aseveró Navarro.
El líder del PSC aprovechó también para hacer un llamamiento claro, quizás el de mayor calado desde las elecciones al Parlament de Catalunya, al electorado de izquierdas y, en especial, al de ICV. Tras denostar a «aquellos que alimentan la ruptura y el enfrentamiento», se dirigió directamente al votante ecosocialista desencantado con el apoyo que los verdes están dando a la celebración del referéndum independentista. «Hago un llamamiento a los votantes de ICV, a los que no quieren que se separe Cataluña de España, a quienes no quieren ser rehenes del independentismo. Aquí tienen una solución mejor. La solución federal». Una postura sobre la que insistió animándoles a «no resignarse ante la deriva independentista» y a «revolverse para defender lo que siempre han sido». Cabe recordar que, precisamente este mismo sábado, ICV-EUiA anunciaron que el próximo enero quieren celebrar una asamblea con entidades sociales para crear un gran frente de izquierdas en Cataluña.
El acercamiento al votante de ICV llegó, eso sí, con duras críticas hacia el resto de formaciones, con especial dureza hacia una ERC que considera que «ya no es izquierda; Ha perdido el norte». Navarro se desquitó a gusto también contra Ciutadans –«ese partido que parecen tan majos y que en el Parlament siempre votan a favor de la derecha. Nunca se equivocan»– y contra Artur Mas, a quien recordó, tras sus comparaciones con Luther King y Mahatma Ghandi, que «EEUU y la India son federales».
El acto sirvió también para neutralizar la imagen de división en el PSC con la presencia de representantes del sector crítico como Àngel Ros o Marina Geli junto al ex president y hoy senador José Montilla.
Pedradas a la sede de Ciutadans
Ciutadans denunció ayer a través de un comunicado el ataque «vandálico» con varias piedras lanzadas contra la sede del partido en Barcelona y que provocó la rotura de algunos cristales. El secretario general y portavoz del partido, Matías Alonso, aseguró que se trata de un «nuevo intento de coacción» que atribuyó a quienes «se cobijan bajo el paraguas extremista de CiU, ERC o cualquier otra formación política que haga de la ruptura de Cataluña con el conjunto de España su principal objetivo», informa Efe. Cabe recordar que el pasado jueves la sede barcelonesa de UPyD fue ocupada durante poco más de una hora por una treintena de miembros de un sindicato estudiantil de la izquierda independentista.