La regeneración pendiente

JORGE BUSTOS – EL MUNDO – 29/10/16

Jorge Bustos
Jorge Bustos

· La investidura de Rajoy ha terminado opacando el que no hace tanto era un asunto central del debate político. Todos confían en imponer al PP nuevas medidas, pero la falta de estabilidad y el desuso del consenso no auguran que el sistema del 78 vaya a ser abierto en canal con reformas profundas.

El trabajoso desbloqueo político apenas deja espacio estos días para discutir de nada más. Por ejemplo de regeneración democrática, procesos penales aparte. Y sin embargo las razones esgrimidas para bloquear la investidura de Mariano Rajoy apuntaban precisamente a la necesidad de una regeneración que el PP fue el último en aceptar. Lo curioso es que, cuando ya la tenía asumida, el PSOE entró en una crisis existencial de la cual emergió –si ha emergido– notablemente cambiado: preguntado por la exclusiva de este diario sobre las lecciones de corrupción en cómodos croquis de powerpoint que impartía el PP, el portavoz de la Gestora, Mario Jiménez, declaró no tener mucho más que añadir. Y el propio Javier Fernández ha tratado de explicar que la corrupción ya no puede servir para continuar bloqueando el país, como le sirvió al pedrismo para perseverar en el no. El nuevo PSOE confronta con Podemos, no con el PP, y ese viraje pone sordina a las demandas de limpieza institucional que hasta hace poco centraban el debate político.

Ahora bien. Que la subida en votos y escaños el 26-J no blanqueaba al partido ganador a los ojos de sus socios imprescindibles lo confirmó el propio Rajoy firmando las seis condiciones previas de Ciudadanos para empezar a negociar su sí. Y reconociendo durante su investidura que la corrupción no se vence con reproches sino con medidas acordadas por todos. Incluyendo esa comisión parlamentaria sobre la financiación irregular del PP que Antonio Hernando recordó desde la tribuna y que figura en el pacto con C’s.

El propio Rivera telefoneó a Rajoy la víspera de la investidura para confirmar la vigencia del pacto de regeneración, y volvió a reivindicarlo en el Pleno. «Con Francisco Correa cantando en la Audiencia Nacional, se ha insinuado que con el juicio de Gürtel nos conformaríamos. Nada más lejos: Rivera se ha ocupado de recordar que, si Rajoy es investido, será porque asume los compromisos de regeneración firmados. Y no descartamos la comparecencia del mismo Rajoy en la comisión sobre financiación irregular. No hemos rebajado ninguna exigencia», subrayan a este periódico fuentes de la formación naranja.

Ahora bien, en el PP opinan que, una vez formado el Gobierno, habrá que revisar la viabilidad de algunos puntos. «Por ejemplo, la reforma electoral implica modificar la Constitución. Pero más allá de eso, hemos legislado mucho en materia de regeneración, aunque quizá no lo hemos sabido explicar. Se ha endurecido el Código Penal, con más tipos y mayores penas, y la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal amplía los plazos de prescripción para que los delitos no queden impunes, abre una oficina de decomisos y reduce los plazos de instrucción», defienden desde el PP.

El pasado mes de julio, una ponencia presentada por Juanma Moreno postulaba la limitación de mandatos en todos los niveles administrativos, desde un ayuntamiento hasta La Moncloa; restringía las duplicidades en cargo público, e instituía la alerta temprana: un mecanismo de aviso para que cualquier funcionario pueda alertar de una mala praxis por canales anónimos. ¿Ofrece credibilidad Rajoy, acostumbrado a gobernar con mayoría absoluta, para impulsar semejante programa? El PSOE cree que en absoluto, pero confía en obligarle a ello desde una mayoría hostil en el Congreso.

Un relevante diputado cercano a la dirección de la Gestora espera que arranque el mandato de Rajoy cuanto antes, porque entonces se verá su debilidad y la oposición estará en disposición de derogar buena parte de las leyes emblemáticas del marianismo. «Tiene perdida la batalla en el programa económico y social, en medidas como la ley mordaza o el aborto, en la designación del consejo de RTVE… Podremos volver a una legislación progresista en esos ámbitos. Rajoy ha sido investido pero va a sufrir mucho, y el PSOE va a estar muy activo», promete. Pero para ello, la oposición deberá jugar también con habilidad las bazas de la geometría variable. «En algunas ocasiones nos entenderemos con Ciudadanos, en otras con Podemos y en otras estaremos los tres juntos contra el PP». La resolución del Comité Federal postula una oposición «tan firme como constructiva»: un equilibrio tan difícil como inédito.

Desde C’s desempolvan el pacto rubricado con Sánchez bajo el lienzo de Genovés para revitalizar su condición de puente. Sin embargo, una de sus prioridades en materia de regeneración pasa por una reforma de la Justicia en la que los jueces elijan a los jueces, mientras que en el PSOE son más partidarios del sistema tradicional y desmienten que esa dependencia politice la acción judicial. De modo que la unidad de criterio en la oposición tampoco está garantizada: no se formarán bloques ni frentes.

Podemos, por su parte, ya está anunciando que volverá a las calles; «allí son buenos, pero no se sienten cómodos ni útiles en el Parlamento», observan los socialistas. «Habrá que ir día a día, ley a ley», reconocen en C’s. «Estamos en la prosa de la realpolitik. Pero los políticos ya hemos sido percibidos durante demasiado tiempo como problema. Nos falta ganar en utilidad y agilidad, y el electorado castigará al que siga bloqueando tras la investidura», advierten los populares. Saben que Rajoy controla el Senado y la Mesa del Congreso, y en última instancia guarda el as en la manga de la convocatoria electoral en el momento que mejor retrate a los partidos de la oposición como obstruccionistas.

La falta de estabilidad y el desuso del consenso no auguran una legislatura demasiado constructiva. No parece que en los próximos meses el sistema del 78 vaya a ser abierto en canal mediante reformas profundas. Rajoy deberá esforzarse mucho para reinventarse como negociador y cambiar el decreto por el acuerdo, al mismo tiempo que los juicios por corrupción se suceden. Desde Génova insisten en que los hechos de Gürtel sucedieron hace 15 años. «Hoy esa forma de contratar sería imposible, la rendición de cuentas de los partidos es draconiana». Quizá no se trata de que no siga ocurriendo, sino de depurar a fondo lo ya ocurrido. Sólo así se gana el crédito indispensable que a un partido le permite gobernar no mediante el aplauso de los adictos, época extinta, sino mediante el acuerdo con los críticos.

JORGE BUSTOS – EL MUNDO – 29/10/16