ABC – 08/06/14
· El primer gran reto será afrontar el desafío secesionista que quiere romper España.
El reinado de Felipe VI no supone el comienzo de ninguna transición, como sí ocurrió en 1975, cuando Don Juan Carlos fue proclamado Rey en las Cortes. Ahora, en España hay una Constitución que este año cumple 36 años, cuyo Título II dice que el Rey es el Jefe del Estado, «símbolo de su unidad y permanencia» y arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. Y ahí están las principales funciones que el nuevo Rey tendrá que desempeñar de manera inmediata.
El primer desafío del reinado de Felipe VI será la defensa de la unidad de la nación, frente al reto independentista de los nacionalistas catalanes, que ya han advertido de que no cambian una coma de su hoja de ruta y mantienen la consulta ilegal sobre la independencia para el próximo 9 de noviembre. Al Rey no le corresponde tomar decisiones políticas, eso es tarea de los partidos y de los que gobiernan, pero sí tiene la función constitucional de «arbitrar y moderar», y también de representar la unidad de la nación.
Son funciones que Don Juan Carlos ha ejercido en su reinado, y que dieron mucho que hablar cuando, tras la Diada de 2012, escribió en la web de la Casa del Rey: «Lo peor que podemos hacer ahora es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas». Una advertencia directa a los nacionalistas y a las ansias secesionistas de Artur Mas y CiU, de la que estos tomaron buena nota.
Apenas sea proclamado Rey, Felipe VI se encontrará como primera dificultad de su reinado la ofensiva independentista de Cataluña, que pretende llegar hasta el final en un año. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha garantizado que la consulta ilegal no se celebrará, y se frenarán todos los movimientos inconstitucionales. Pero la Jefatura del Estado, en el papel moderador que le confiere la Constitución, también tiene mucho que decir.
De entrada, el hoy Príncipe de Asturias ha aprovechado sus discursos institucionales para enviar un mensaje sobre la unidad de España, sobre la necesidad de seguir juntos y sobre los lazos que unen a todas las regiones. Pero, al mismo tiempo ha destacado la diversidad de nuestra nación, con los hechos particulares de cada Comunidad. Esta semana, en el Monasterio de Leyre, Don Felipe expresaba su compromiso de servir a España, «una nación, una comunidad social y política, unida y diversa que hunde sus raíces en una historia milenaria». En sus mensajes suelen ser inseparables el concepto de unidad y el de diversidad, para reflejar lo que es España y englobar a todas sus regiones. El Príncipe también ha insistido en los numerosos lazos de todo tipo, históricos, culturales, sociales, familiares, que nos vinculan.
Que Cataluña va a ser una prioridad para el Príncipe se ha podido ver ya en este primer semestre. Después de la Comunidad de Madrid, ha sido la región a la que más han viajado los futuros Reyes. Don Felipe ha estado ya en seis ocasiones este año. En una de ellas, brindó por «Cataluña y por España», ante Artur Mas, con quien compartió mesa. Lo hizo tanto en castellano como en catalán. Mantener la buena relación institucional será uno de los objetivos. Una señal positiva es la decisión de Mas de acudir finalmente a la proclamación de Felipe VI.
El próximo Rey tendrá así un papel de cohesión nacional, que cuidará al máximo, no solo en Cataluña. El País Vasco se presenta como el otro gran desafío frente a la unidad de España que puede plantearse en su reinado.
ABC – 08/06/14