EL PAÍS 05/05/17
· Es la primera vez, bajo el régimen chavista, que en cuatro semanas de disturbios fallecen tantas personas
Ya lleva un mes la ola de protestas antigubernamentales en Venezuela y las 35 víctimas y 717 heridos contabilizados hasta el jueves por el Ministerio Público representan un incremento significativo en la violencia política. Por el momento no es posible advertir un fin cercano del conflicto porque el régimen de Nicolás Maduro está promoviendo una Asamblea Nacional Constituyente comunal para diseñarse una Carta Magna a la medida y evitar las elecciones.
El antecedente más cercano ocurrió durante el primer semestre de 2014, cuando un ala de la Mesa de la Unidad Democrática, encabezada por el hoy preso político Leopoldo López, decidió también impulsar el fin del Gobierno chavista. La represión de aquellos días fue mucho más comedida. Las manifestaciones también eran menos voluminosas porque la oposición estaba dividida. En cuatro meses hubo 43 fallecidos. Al igual que en aquellos días la protesta opositora, con una estrategia claramente definida de bloquear calles, levantar barricadas y enfrentarse a la policía, no tiene el aliento suficiente para derrocar a un gobierno, pero apuesta a quebrarlo manteniéndose en las calles todos los días.
La consecuencia ha sido un incremento de la violencia que no tiene precedentes en casi dos décadas de polarización en Venezuela. Dieciocho de las muertes ocurrieron el área metropolitana de Caracas, seis en el céntrico Estado de Carabobo, cinco en Lara (centro occidente), dos en Mérida (andes), dos en el Estado de Miranda, uno en Barinas y otro en Táchira. La fiscalía reconoce que hay 152 personas privadas de libertad y están por ejecutarse 18 órdenes de captura.
Valencia, capital de Carabobo, es el escenario más caótico debido a los saqueos y a la represión de las protestas por parte de la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional. En su cuenta de Twitter, el diputado de Primero Justicia, Juan Miguel Mattheus, ha asegurado que la situación se ha salido de control. “El Gobierno ha perdido el control de Carabobo. Los paramilitares se han apoderado de las vías del estado, pidiendo vacunas para avanzar y quemando camiones de comida”.
El diario local El Carabobeño reportó disturbios en el municipio Naguanagua, que forma parte de Valencia. Mientras los manifestantes arrojaban bombas caseras hacia los depósitos de la Guardia Nacional, la policía respondía con gases lacrimógenos y disparos de perdigones contra los edificios de la avenida Universidad y la calle Carabobo. La violencia sigue su ascenso imparable.