ABC – 27/11/16
· El exlíder reapareció ayer en Valencia sin descartar que compita en primarias con Susana Díaz, y Ferraz replica: «No es momento de ensimismamientos».
· El exsecretario general abogó ayer por no apoyar al PP siquiera en el marco general presupuestario Mario Jiménez aseguró que si las autonomías disponen de 2.500 millones más, el PSOE lo apoyará.
Pedro Sánchez no despejó ayer en su reaparición si quiere volver a ser candidato a la Secretaría General y reabrió con ello la incertidumbre en el PSOE, echando por tierra los esfuerzos de la gestora por pasar página. Sánchez viajó a Valencia convocado por el secretario general provincial y fiel sanchista, José Luis Ábalos, que convirtió la agenda de la jornada en un baño de masas para despejarle las muchas dudas que tiene el exlíder relativas a su vuelta. Sánchez se desplazó primero a Xirivella, donde fue recibido por mil personas. Allí protagonizó la mesa redonda «Repensar el PSOE, construir el futuro», compartida con el ex alcalde de San Sebastián Odón Elorza y el exdirigente de la corriente Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias.
Seguidamente almorzó con Ábalos y sus incondicionales y luego mantuvo un encuentro informativo con medios locales. Antes de regresar a Madrid, al filo de las 18.00, justo cuando en Toledo empezaba la entrega de los premios «Violeta» de las Juventudes Socialistas de España protagonizó un coloquio en la agrupación de Sueca. Tras el desmarque de Miquel Iceta e Idoia Mendia, ninguno de los barones que supuestamente le quedan viajó a Valencia: Ni Francina Armengol (Baleares) ni Sara Hernández (Madrid) ni Luis Tudanca (Castilla y León) participaron en la reaparición de Sánchez.
El exsecretario general, que llegó a la Plaza de la Concordia al son de la Internacional y vitoreado al grito de «no es no» y «presidente, presidente», calificó su reaparición tras haber renunciado al cargo y a su acta de diputado como un «acto de reivindicación de la militancia» y lanzó un mensaje a la gestora: «Su tiempo ha acabado».
La voluntad de Sánchez pasa por forzar a Susana Díaz a que anuncie públicamente ya su decisión de optar al liderazgo del PSOE, aunque el exsecretario general tiene el convencimiento de que la presidenta andaluza «se presentará y perderá». El equipo de Sánchez maneja el horizonte temporal de julio como fecha tope para la celebración del cónclave socialista. En ese intervalo, en el que lanzará una campaña de «crowfunding» para obtener financiación, sondeará sus apoyos y esperará a anunciar si se presenta de nuevo a las primarias a que se convoque el congreso.
Sánchez aspira a «coliderar» la corriente interna del PSOE que defiende un giro a la izquierda que incluye una política de alianzas con Podemos, y el distanciamiento del Partido Popular. Al respecto, ayer aprovechó su regreso a la escena política para meter presión a la gestora, léase Díaz, y reclamó que el grupo socialista «vote en contra del techo de gasto y de los Presupuestos Generales del Estado» que presente Mariano Rajoy.
Alternativas, él o Patxi López
Ese giro a la izquierda que defiende Sánchez incluye un guiño al PSC y sus 18.000 militantes, que se basa en una defensa «de un modelo federal que reconozca la plurinacionalidad de este país». En este sentido, el equipo de Sánchez interpreta la visita de Miquel Iceta a la presidenta andaluza como una maniobra para visualizar quién dirige realmente la gestora y evitar una ruptura que deje a los socialistas catalanes sin la posibilidad de ejercer el derecho a participar en las primarias para escoger al nuevo líder.
ABC – 27/11/16