LIBERTAD DIGITAL 21/04/15
CAYETANO GONZÁLEZ
Si la pasada semana hablaba de la descomposición ideológica del PP con motivo de su marcha atrás en la reforma de la ley del aborto aprobada por Zapatero, hoy lo haré por otra cuestión fundamental para muchos ciudadanos, en la que en otro tiempo el PP tuvo una política clara, decidida, basada en unos principios y en unos valores: la lucha antiterrorista y la defensa de las víctimas del terrorismo.
La candidata del PP al Ayuntamiento de San Sebastián, Miren Albistur, es decir, la persona que aspira a lo mismo a lo que en su momento aspiraron personas como Gregorio Ordóñez, Jaime Mayor Oreja o María San Gil, ha manifestado su predisposición a pactar con EH-Bildu, una de las marcas políticas de ETA en las instituciones, «si eso es bueno para San Sebastián». Ante el revuelo originado por tamaña barbaridad, la propia candidata ha tenido que salir este fin de semana a matizar y no ha tenido otra ocurrencia que hacerlo planteando una interrogante: «¿Hace falta decir que la opción del PP no es pactar con EH Bildu?».
Pues mire, señora Albistur: en vista de lo que dijo hace tiempo el presidente de su partido en Guipúzcoa, Borja Semper: «El futuro de Euskadi hay que construirlo con Bildu»; en vista de esa obsesión, expresada en múltiples ocasiones por los Oyarzabal, Maroto y Semper de turno, por sacar al PP vasco de las trincheras, en las que vivió resistiendo durante muchos años la dictadura de ETA y el nacionalismo obligatorio, como si eso fuese algo de lo que avergonzarse; en vista de los acuerdos con Bildu a los que ha llegado el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, que en su día señaló que no le temblaban las piernas por ello; en vista del desvarío en el que vive hace tiempo el PP vasco y, sobre todo, en vista de que el Gobierno de Rajoy, con su mayoría absoluta, no ha hecho nada para evitar que los amigos de ETA sigan en las instituciones, a las que volvieron gracias a Zapatero y a Pascual Sala, entre otros; comprenderá, señora Albistur, que su pregunta no es sólo muy pertinente, sino que desgraciadamente tiene una respuesta clara: ustedes ya no son garantía de nada y sí, son capaces hasta de pactar con las marcas políticas de ETA, aunque lo quieran revestir con el argumento falaz y cobarde de que son acuerdos sobre cuestiones que afectan a los ciudadanos.
Pero, siendo grave y sobre todo muy significativo del rumbo a la autodestrucción del PP vasco lo dicho por Miren Albistur en relación a los pactos con Bildu, hay otra parte de sus declaraciones que me han parecido de una mezquindad y de una falta de sensibilidad humana enorme. Hablando del terrorismo de ETA y de cómo ha condicionado la actividad en la política vasca de un partido como el PP, la candidata popular al Ayuntamiento de San Sebastián dijo textualmente: «Aunque cuarenta años de terrorismo lastran mucho, no es cuestión de seguir llorando».
¿Cómo que no es cuestión de seguir llorando por nuestros muertos? ¿Cómo puede llegar a decir eso un miembro, un candidato del mismo partido que Gregorio Ordoñez, Miguel Ángel Blanco, José Luis Caso, José Ignacio Iruretagoyena, Alberto Jiménez Becerril, Tomás Caballero, Manuel Zamarreño, Jesús María Pedrosa, José María Martín Carpena, Manuel Indiano, José Luis Ruiz Casado, Francisco Cano, Manuel Giménez Abad y José Javier Múgica, todos ellos cargos públicos populares asesinados por ETA en o fuera del País Vasco?
Con esa aseveración, la señora Albistur ha demostrado una falta de sensibilidad, de comprensión, de cercanía al dolor que de por vida tienen las víctimas del terrorismo que si en la dirección nacional del PP hubiera alguien que no estuviera enredado o enredada en las disputas internas y le quedara un poco de tiempo para gobernar el partido la habría fulminado de inmediato. Pedir eso a la actual dirección nacional del PP es un ejercicio imposible; en cuanto a la del PP vasco, para qué perder el tiempo, cuando en el fondo están de acuerdo con lo dicho por Albistur.
Muchos españoles tenemos meridianamente claro que por supuesto que hay que seguir llorando por quienes fueron asesinados por defender nuestra libertad. Unas lágrimas que el paso del tiempo no podrá hacer desaparecer si de verdad queremos que nuestra sociedad no caiga en la grave enfermedad del olvido, de pasar página. No creo que esto sea tan difícil de comprender, pero, en vista de lo dicho por Miren Albistur y de la falta de desautorización de esas palabras por parte de los dirigentes de su partido, la pregunta que uno puede hacerse es: ¿qué más indignidades ha de cometer el PP de Rajoy para que sus sufridos votantes manden a casa a sus actuales dirigentes?
(Este capítulo continuará el 24 de mayo por la noche, cuando se abran las urnas de las elecciones municipales y autonómicas).